jueves, 18 de septiembre de 2008

Tobogán de gatos




INTERROGACIÓN A LA LUNA

Teatro de luz lívida y tiniebla,
plata, en la noche lenta, de la luna,
entre nubes de plomo prisionera,
carruaje de nieve en ruta oscura;
lejana levedad de roca blanca,
moneda errante de valor incierto,
diorama de bruma iluminada,
fantasma en soledad del universo,
tú, que has visto mi tiempo consumirse,
el fluir de su agua temerosa
por el cauce del sueño y del insomnio,
revélame el secreto, por fin dime
qué queda de la vida en la memoria,
qué queda en la memoria de nosotros.


FELIPE BENÍTEZ REYES Interrogación a la luna (La misma luna, Visor)


Ante todo, la luna es fértil. Fértil de luz. La luna es gesto constante, ese monte de caras conversando sobre secretos y andanzas. Será la luna lo que uno quiera que sea, una moneda si está llena, un alfanje si vacía. Estrellas prensadas. Ojos enmarcados para mirar toda su lengua. La luna llena: una canasta de tres puntos. La menguante, un tobogán de gatos. La creciente, el sentir como alguien respira. La nueva, saber esperar. Ante todo, la luna es interrogación.

3 comentarios:

Pedro Delgado dijo...

Bonita poesía sobre el astro que despierta a los "lobos" y que alumbra las noches. Alguien dijo que "si has sentido el pulso de la luna, abre siempre una ventana, ábrela hoy..."

Saludos flamencos

Mityu dijo...

La luna, tan pequeña, tan indiferenciada, o tan grande, tan precisa.
Casta diva a la que rezamos y volcamos nuestras interrogaciones.
Recuerdos de su esencia que sólo han de volver mirando su reflejo en el pozo del corazón propio.
Besos chiquitos

Hoba W. dijo...

Le tengo mucho respeto a Doña Luna, es demasiado sabia como para no tratarla con humildad.

Decía Antonio Gala que hay que mirarla siempre de reojo, y si lo dice Gala.....

;)