domingo, 5 de abril de 2009

Costuras vegetales



Antes de seguir con ese tren me apecece bajarme a mi sierra madre, la sierra de Valsaín, donde sus pinos con una corteza finísima escogen al cielo como aliado. Los pinos de allí permiten a uno respirar cuanto quiera, ellos provocan silencio. Ellos son los dueños de la enorme costura vegetal de ese valle que a tinta fresca protegida por la nieve labra el Eresma. Eres más, siempre le digo yo por lo bajini, parece un juego de palabras, pero no, eres más, un río, unos senderos, un alimento, un recorrido, un acercarte a mi boca en el sentido más puro de mi sed, cuando no hay grifos, cuando no hay fuentes, cuando soy animal en ti, tantas veces como te he recorrido sólo, entrenando, ahora andando, subiéndote a la Fuenfría, mirando arriba el montón de Trigo, ese cónico cerro granítico, esos siete picos que ya podrían ser veinte. Respiro, sí, quizás lo necesite.

5 comentarios:

ybris dijo...

Pinos esos inmensos de Valsaín que tanto me cobijaron desde los Pinares Llanos de Peguerinos.
Los he visitado y disfrutado mucho por toda esa sierra desde el lado segoviano, el madrileño y el abulense.
Un placer recorrer contigo esas costuras vegetales.

(Logré ver castaños en Zugarramurdi pero no en Elizondo)
Abrazos.

Amparito dijo...

Respirar es de lo primero que me di cuenta al volver a mi tierra natal después del escaso y único mes de mi vida que he vivido en una ciudad
"De tanto hacerlo sin parar/me olvidé de respirar" Fito
Precioso texto y fotografía, como siempre
Besos,
Ampa

mirada dijo...

Es un ejemplar grandioso, me alegra mucho que el aire llegue a tus pulmones. Es muy importante para vivir y seguir alimentándose.
Un abrazo enorme, eres genial, genial.

Inés González dijo...

Siempre es una gozada respirar en Valsaín, recuerdo hace casi 20 años la primera vez que pisé esas tierras, no solo me cautivó el paisaje sino ese olor, el intenso olor a la resina, el aire purísimo y frío que casi hiere y la paz, la profunda paz que esos árboles brindan, mi corazón revuelto en esos años por las heridas que causa el desarraigo se sintió abrazado y contenido.
Gracias Manuel por compartir tu gozo con los que te seguimos, y bienvenidas las finísimas cortezas.
Un abrazo de pino.

miarte Mirtya Huizzi dijo...

Pinos, texturas, colores y costuras, todo un entrelazado de belleza y naturaleza...
Revisé tu Blogs por sugerencia de Inés y de verdad que imagen y palabra van muy juntas, algo a lo que siempre me acerco...
Por ese hermoso momento compartido en el estudio de Inés...
Un abrazo Mirtya