jueves, 30 de abril de 2009

Nictálope : fondo oscuro





Puedo decir que el título de esta entrada no es mío, es de Sofía, de ella. Ahí estábamos los tres ante la seducción del pozo. Reconozco que siempre me gustaron dos cosas con respecto a los pozos: mirar al fondo y tirar una piedra para oír el sonar del agua. Recuerdo también ese pozo que colocaron en el campo de mi pueblo: era en el año 1973, yo con 8 años, cuando Víctor Erice y Elías Querejeta decidieron rodar la película 'El espíritu de la colmena' en mi pueblo. El pozo aludido era de cartón piedra; lo sabríamos después cuando, por arte de magia, dejó de estar. 'No os acerquéis allí que es peligroso.' Y lo peligroso era que descuajeringásemos aquella ficción. Pero tan pintadito daba el pego, junto a aquellas ruinas en las que se escondía el maqui. Y si digo que el título es de mi 'ajustada compañera' es porque ella quiso esta foto para reflexionar sobre la profundidad. 'No, Sofía, este pozo es para mí, pero sobre todo por lo que ha dicho Luis.' Y es que Luis, que sofoca con curiosidad todo lo que ve, miraba y miraba tras la verja del pozo. Mientras Sofía hacía las pertinentes fotos (alguna que otra impertinente) se me ocurrió decirle a Luis que si veía el fondo, o que qué veía: 'Papá, cada vez veo más pozo'. Ya, dije, otra vez que no te escapas como exposición en el cuaderno. No sé si es que me asombro con una expresión normal y corriente o quizás nuestro leguaje de adulto no sería capaz de llegar a esa expresión. Lo cierto es que ahora la expongo como alivio placentero de mi memoria. Cada vez veo más pozo. Sacada de contexto, esa expresión entraría dentro del campo de una persona profundamente deprimida o angustiada. En ese contexto fue, una vez más, la confirmación del rango literario que tienen lo niños a la hora de expresarse y asombrar. Una y otra vez me la repito. Cada vez veo más p...


En la película aludida una niña lee en voz alta este poema de Rosalía de Castro:

Ya ni rencor ni desprecio;
ya ni temor de mudanza;
tan sólo sed..., una sed
de un no sé qué que me mata.
Ríos de vida, ¿do vais?
¡Aire!, que el aire me falta.

-¿Qué ves en el fondo oscuro?
¿Qué ves, que tiemblas y callas?
-¿No veo! Miro cual mira
un ciego al sol cara a cara.
¡Yo voy a caer en donde
nunca el que cae se levanta!

Este poema pertenece a una sección de Follas Novas titulada 'Vaguedás' que en original:

Xa nin rencor, nin desprezo,
Xa nin temor de mudanzas;
Tan só unha sede…, un-ha sede,
Dun non sei qué, que me mata.
Ríos da vida, ¿onde estades?
¡Aire! que o aire me falta.

-¿Que ves nese fondo escuro?
¿Que ves que tembras e calas?
-¿Non vexo! Miro, cal mira
Un cego á luz do sol crara.
E vou caer alí en donde
Nunca o que cai se levanta.




Estoy de acuerdo -a parte de habernos puesto de acuerdo- con que esta taranta que ya acudió a este cuaderno es honda, limpia y despejada. Y añado algo más: cautivadora y de una intimidad subyugante. Disfrutadla.

5 comentarios:

Amparito dijo...

Leí una vez un cuento protagonizado por un niño que veía como rodaban una peli de oeste en su pueblo en el que nunca, hasta entoces, había pasado nada "extraordinario" ("Vivo o muerto" de Tropo editores con varios autores, entre ellos, uno de mis favoritos, Carlos Castán)

Besos profundos
Pili Ampa
Pd.-Te falta una e en "rncor", supongo...

Inés González dijo...

Ese niño es una delicia, aunque no veo su rostro, salvo un trozo de su cabecita, haciendo juego su remolino oscuro con las aberturas del pozo, puedo percibir su inquietud e intriga, esos diálogos son incomparables!Tiene mucha suerte de poseer dos padres increíbles, que estimulan su imaginación y quitan el miedo, los pozos intrigan y aterran a la vez, o por lo menos a mi que siempre estoy tratando de exorcizarlos por medio de la tinta china.
Gracias Manuel por compartir estos instantes tan vuestros
Un gran abrazo

NoSurrender dijo...

una gran película, sí.

Nunca he estado en tu pueblo pero, por esa película, forma también parte de mi infancia.

Espero que nadie de los tuyos tenga que ver "mucho pozo" en su vida.

Salud!

Shandy dijo...

“Esperando miraba de noche las estrellas y espiaba a las sombras con sus ojos nictálopes que herían la obscuridad como las llamitas de las luciérnagas. Le dolía el corazón de vientos, de ansia de soledades…Pero esperaba, sabiéndose incapaz por el momento de realizar sus sueños.”
"La historia de Java", Elisabeth Mulder.

“Nictálope”, escuché esa palabra por primera vez mientras alguien leía ese cuento de Elisabeth Mulder ( Barcelona 1904- 1987) . Difícil olvidar aquella voz, su sonido, que traspasa la oscuridad, que se desliza hasta la profundidades sin tocar fondo. Y “Cada vez veo más pozo”… Paradojas del lenguaje que se vuelve “Nictálope” en los ojos y en la boca de un niño.

En la voz poética de “Follas Novas” siempre hay Sed, angustia existencial, constante temor e insatisfacción. Rosalía siente miedo “Dunha cousa que vive e que non se ve” Siempre ronda la Negra Sombra y un Cravo, símbolos con doble significado, alegria/infelicidad.

Negra Sombra: Aurora / noite. Aurora/noche
Cravo: Ouro/ Ferro. Oro/ hierro

El “Clavo” produce dolor. Pero la ausencia de esa pena le genera a Rosalía vacío e insatisfacción. La propia Rosalía en “O Cravo” dice: “Bon Dios,/ este barro mortal que envolve o espiritu / Quen o entederá, Señor!

Se dice que Rosalía padecía el “Complejo de Polícrates”, miedo a la felicidad. Quien lo padece teme ser feliz por miedo a la perdida de esa felicidad y el sufrimiento que esto conlleva.

En unos versos de “Follas Novas”
Rosalía explica el contenido del libro:

¡No Hojas nuevas, ramillete
de aliagas y zarzas sois,
yertas como mis penas,
fieras como mi dolor.

Sin olor ni lozanía,
bravas dañáis y herís...
¡Si en la gándara brotáis,
cómo no vais a ser así!

Non Follas novas, ramallo
de silvas e toxos sós,
hirtas coma as miñas penas,
feras, coma a miña dor.

Sin olido nin frescura,
bravas magoás e ferís...
¡Si na gándara brotades,
cómo non serés así!

Un ramallo de bicos con silva para Sofía y para ti. (Repartan, pareja, y no se peleen)

mirada dijo...

Gracias, si, es verdad que se disfruta, una y otra vez, como retirar el agua de un pozo sin fondo, que no seca, sois la caña.

Y las comentaristas no se quedan atrás, es genial leeros así. Felicitaciones.