sábado, 30 de mayo de 2009

En seco



Una pared así, en seco, en sujeción ya del cielo. La miro con los ojos diestros en lamentos. La miro con la plenitud de haber sido junto a ella. La miro acelerado y paso. La miro quieto para sentir la desproporción que acusa la infancia, lo realmente querido y no planteado. No hay momento que no pasee por aquellos lugares y no arrime la infancia a desenfundar un recuerdo, a alimentar un gesto o una pequeña carrera. Una pared así, en seco, el tributo de irnos de su lado.


9 comentarios:

cristal00k dijo...

Pues a mi tu texto, me gusta tal y com está amigo Manuel. Gracias por acercarte a mi espacio y por tu sinceridad.
Saludos.

Inés González dijo...

Como rápidos peces los días
desprendidos del tiempo
vuelven a ser lucientes monedas
sonoras pajarerías del verano
memoria efímera del aire

y vuelven temblorosos de presagios
altos de planicies y de nubes
coronados de breves mariposas
de limpios y estridentes cielos

ahora recuerdo un día
una casa habitada por el tiempo
donde la infancia de las horas
poblaba largas siestas
y estallaban tímidas begonias

ahora pasan como rayos
los rostros que he perdido
las ausencias sin fondo
este viejo dolor que ya no duele
que transita nomás como una sombra

todo esto aún lo que me guardo
lo que en secreto nace
y vuelve al vientre de la tierra
lo que se olvida todo
árboles calles luces y campanas
caminan por mi sangre.

Siempre estamos " volviendo" o nos "vuelven" a la lejana infancia.

Amparito dijo...

¡Feliz cumple año!

Para ser tan joven
estás lleno de sentimiento,
sensibilidad
y arte...

Beso y estirón de oreja,
Pi

virgi dijo...

Las piedras nos recuerdan de donde venimos, unas humildes, otras poderosas, las de más allá livianas o frágiles. Todas a nuestro paso, contando en su interior el tiempo infinito.
Descansar a su sombra, un alto en el camino.

miarte Mirtya Huizzi dijo...

MANUEL son hermosas tus fotos pero aún más tus palabras...tienen sentimiento profundo,arropan al ser humano que cada día le falta lo que a ti te sobra, sensibilidad.
Compartimos un vino, queso y las regañá en el Taller de Inés...un día.
Gracias por ser partícipe de tan bello blogs. Mirtya

Shandy dijo...

Sólo el corazón de la memoria puede detener el tiempo. Un rostro, una emoción, un paisaje, permanecen intactos en el recuerdo sin habitar el paso de los años. Pero si en la mirada se cruza un pedacito de muro que nos devuelve al pasado, entonces surge la Saudade.

"El corazón discurre sobre esos campos y sobre esos muros. Lo llevan los ojos, los oídos, el olfato. Se hace sentido. Lo sabe, lo acecha todo, se tiende sobre la tierra, se abriga entre dos surcos, pasa entre los olivos. La belleza es un vuelo... Parece que somos pozos oscuros, hondos, donde todo nace y nada llega. Y asomándonos, está todo. La loma, el peñascal, la vera de la zanja, la desazón, la felicidad acechadora, la alegria que apunta,la sombra cernida.¡Ay corazón, lento y oscuro!"
José A. Muñoz Rojas
Besos, con corazón.

ybris dijo...

Así, en seco, anudados al cielo esos muros que nos cuentan lo vivido.
Y no son ruinas si tanto recuerdo suscitan.

Un abrazo.

mirada dijo...

"Paro a ver qué me dice esa pared
tan sólida, tan sencilla,
de la que han bastado sólo manos
y pies para modelar la forma áspera
que tanta delicadeza nutre dentro.
Me recuesto junto a ella."

Enrique Sabaté dijo...

pasa el tiempo y las paredes nos lo indican, lo que fue una casa o una venta o una paridera hoy no son más que un hito que nos habla desde la lejanía.

Un abrazo.