jueves, 21 de mayo de 2009

Sacudida

Me sacude una frase y de sobra
sé que no debo pasarla por alto,
hacerlo sería desperdiciar,
llamémoslo, sin riesgo,
un poema: turbulencia tuya
querenciada de palabras.

'¿En qué forma de respirar
debo detenerme?' Y te ha surgido
mientras dabas vueltas al azúcar
de un sencillo café en vaso.
Y en el primer trozo de papel
a mano lo escribes,
tal y como te vino,
para leerlo de nuevo y avanzar
el tramo necesario, concretar
tu adecuada respiración a cada
una de las cosas que te rodean
o te asfixian
y decidir los márgenes
de cada inspiración.


1 comentario:

ybris dijo...

Cuando las palabras sacuden nosotros somos las víctimas propiciatorias del fuego de los dioses.
No hay más remedio que anotar, revisar y sentir que hemos sido los elegidos.
Hoy ha sido la forma de la respiración, mañana será otra cosa.
Cada día tiene su propio afán pra los atentos.
Ya ves. Con sólo exponerlo tienes un poema.

Abrazos.