viernes, 31 de julio de 2009

Ventanas al alma




Las ventanas son refugios hacia afuera, la permanente vista del horizonte, sus gestos de altas habitaciones, hacia adentro es como decir la almohada sobre la que reposo, las cortinas que nunca existieron, las baldosas que tantas veces pisamos, la lámpara sujetando tantas lecturas, hacia afuera se respira, hacia adentro se inspira, inspirar, respirar, la duda de la vida, el recuento de los átomos que nos aúnan, el código que nos hace fuertes por un instante, hacia afuera el resquicio, la posibilidad de una nube, la compleja cotidianeidad, la realidad de nadie exclusiva, el fugitivo que no sabe llorar, mi realidad, la suya, el acero templado.


viernes, 24 de julio de 2009

Ceniza



De muchas clases los fuegos. El de la canción se refiere a otro. Una bella soleá.
Pero otro es el triste:


Entrando de lleno en la ceniza
cala en ancho su resultado.
¡Ved el velo de la tierra!
¡Ved que tiene la palabra negra,
totalmente esparcida!
¡Ved, ved que tiene el aire
limitado por el luto!
¡Ved un corazón enmarcado
de adioses y largas esperas!
Veo esa tierra quemada,
me restriego los ojos
con mis pezuñas de llorar.




domingo, 19 de julio de 2009

El abrir sin llave






Vemos claro.
Vemos borroso.
Vemos la profundidad
que se nos abre.


Preferiría no hablar de sueños.
Sé que al hablar de ellos una parte del, digamos, alma está resquebrajada.
Pero mi sueño es que esa puerta tuviese uso.
Mi sueño es que al mirar por la cerradura pudiese ver a Catalina.
Catalina era soltera, guapa y más guapa cuando tendía la ropa en ese corral.
Catalina sabía de nuestros ojos y de su cerradura y por éso cantaba más.
'Pasad', y lo decía de espaldas.
Pasábamos. En un largo tronco cabíamos los cinco de la pandilla y ella.
En verano sacaba una jarra de agua y un vaso. Íbamos bebiendo y nos contaba.
Catalina en la escuela era algo más seria.




O'Carolan es un espléndido grupo de folk aragonés que recomiendo con fervor.

viernes, 3 de julio de 2009

Ocres rebelados/revelados ocres







Van por el aire, ahora, las hojas, fuera de su otoño, caen al suelo, gestan ocres.


Reconozco que me entiendo mejor con el invierno que con el verano. En esta estación calurosa las palabras suben con dificultad a mis manos. No se si es pereza o soy yo. Me pido disculpas y decido restringir mi savia hasta que el frescor me acomode. Y sí, aun contradictorio, la savia me es más fluida a partir del otoño. Al álamo blanco que tenemos enfrente de nuestra ventana le ha ocurrido algo similar. Señal de las altas temperaturas hace a ciertos árboles perder sus hojas de modo anticipado. Una defensa inteligente de su propia vida el perder para mantenerse. El ejemplar de hoja que muestro es de ahora, de hace un día; el punto de luz de los álamos revela esa pérdida en amarillo. Gratos los ocres que difunde esa hoja. Como grato fue el anticipo de otoño que sirvió para ilustrar la noción de lo que es poesía en el cuaderno de nuestro hijo. Poema de Antonio García Teijeiro.

A la espera de las hojas de otoño, a la espera de vientos frescos, añado estas seguidillas de Eliseo Parra que van por el aire: