viernes, 11 de diciembre de 2009

Microrrelato 4: o lo real contado

Hoy, antes de abrir la puerta de casa para ir al colegio, Luis me dijo:

Papi, tengo ochenta y dos amigos, anoche los conté en la cama.


Ante esa frase me removí. Me trastornó por unos instantes. Ahora la recupero sin darme cuenta.

14 comentarios:

Amando Carabias dijo...

¡Qué suerte! Lo mismo yo no dormía buscando la mitad de la mitad

alicia dijo...

Un diminuto relato en el que caben, a duras pegas, ochenta y dos amigos como puntitos en la memoria. Me encanta, tempero

Tempero dijo...

Amando: con diez me conformaría yo. Luis esta mañana me ha encendido la pólvora de la realidad: la escasez de verdaderos amigos por los que circulamos. Menos mal que a los reales podemos añadir los virtuales, algunos ya bien reales.

Abrazos, amigo.

Tempero dijo...

Alicia, pues si te caben, aunque sean a duras penas, te felicito. Hay que retranquearse mucho en la edad para llegar a ellos. A mí me fascina la facilidad de Luis para conseguir amigos, para entablar relación de cualquier momento y, sobre todo, de tener un concepto de amistad en el sentido puro, sin condiciones, sin trabas.
Un saludo, amiga.

virgi dijo...

¡Qué pureza! Sólo los niños pueden decir esas maravillas con tanta naturalidad.

Amando Carabias dijo...

¡Cómo me encuenta añadir un dígito a esa suma, amigo!

Tempero dijo...

Virgi, ¿invertimos? ¡Qué impuresa! Sólo los mayores pueden cometer tantos horrores con tanta naturalidad.
Que no Virgi, que hacen falta purezas en los adultos. Y haberlas hailas. Y cuando se dan con ellas uno goza.

Besos puros, amiga.

Tempero dijo...

Añade, Amando, sin duda.

Caminante dijo...

Has hecho bien en pasarlo al papel ¿Cuantas cosas curiosas se disuelven, se olvidan, por no escribirlas?
Yo, como tu hijo, puedo decir que tengo bastantes amigos y de diferentes ámbitos. Con alguno me comunico de largo tiempo en largo tiempo, pero tanto ella como yo sabemos que nos seguimos guardando mucho aprecio, sin exigencia alguna.
Y virtuales... creo que también he conseguirdo -han conseguido- una cantidad bastante estimable. Es lo que tiene la entrega... engancha.
Besos: PAQUITA

Isolda Wagner dijo...

Me acuerdo de mi misma con nueve o diez años, contando a mis "amigos" y pensaba: ¿cómo voy a acordarme, de mayor, de tantos como conoceré?
Luego me dí cuenta: olvidando.
Permanecen los amigos.
Besos contados, pero aquí hay para todos.

Tempero dijo...

Paquita: anoto, no lo dudes. Los niños cuando abren la espita de la naturalidad son únicos.

Besos Princesa E.

Tempero dijo...

Isolda: espera a que nos llegue el Alzheimer. De todas formas, ¡lo que cuesta la permanencia!

Besos, por descontado.

Shandy dijo...

Qué dulces son los sueños de los niños.No necesitan contar ovejas, cuentan amigos! Y la paciencia de enumerarlos:82, nº mágico. Has sido capaz de hacer un retrato sin cámara de ese número. Enmárcalo y guárdalo, para cuando sea mayor.

maite dijo...

hacen las mejores preguntas y afirmaciones,como lo mas natural del mundo, tenemos que aprender de ellos

un saludo de una madre!!!