viernes, 3 de julio de 2009

Ocres rebelados/revelados ocres







Van por el aire, ahora, las hojas, fuera de su otoño, caen al suelo, gestan ocres.


Reconozco que me entiendo mejor con el invierno que con el verano. En esta estación calurosa las palabras suben con dificultad a mis manos. No se si es pereza o soy yo. Me pido disculpas y decido restringir mi savia hasta que el frescor me acomode. Y sí, aun contradictorio, la savia me es más fluida a partir del otoño. Al álamo blanco que tenemos enfrente de nuestra ventana le ha ocurrido algo similar. Señal de las altas temperaturas hace a ciertos árboles perder sus hojas de modo anticipado. Una defensa inteligente de su propia vida el perder para mantenerse. El ejemplar de hoja que muestro es de ahora, de hace un día; el punto de luz de los álamos revela esa pérdida en amarillo. Gratos los ocres que difunde esa hoja. Como grato fue el anticipo de otoño que sirvió para ilustrar la noción de lo que es poesía en el cuaderno de nuestro hijo. Poema de Antonio García Teijeiro.

A la espera de las hojas de otoño, a la espera de vientos frescos, añado estas seguidillas de Eliseo Parra que van por el aire: