miércoles, 14 de octubre de 2009

Silencio nuestro por voz de ellas





Ante la naturaleza no advierto desengaño.
Considero que lo que crece donde los humanos es la raíz usurpada.
Siempre usurpamos raíces.
En la ciudad ocurriría lo mismo. De una forma más lenta, quizás.
Lenta es la sabina, su proceder a largo plazo.
En una más que posible edificación de pastores las tenemos.
Silencio nuestro por voz de ellas.
Así es la naturaleza, sin alharacas.




Robo este tema a Sofía para ejercer mi derecho, no al desengaño, que bastante lo estoy, sino a la pasión por las cosas que emergen.