jueves, 28 de enero de 2010

Lo sucedido (0): Abruptamente: el gato negro es el cómplice

Lucas es un tipo que ha dado mucho de sí en su vida laboral. Harto y ojo avizor de lo destructuctivas y asoladoras que son las relaciones personales decidió crear una empresa que llamó Navelina. Navelina no es el nombre de ninguna rusa ni ucraniana. Es una variedad de naranja entera. Y como no tenía ganas de exprimirse en el nombre decidió dotar de medias naranjas a quien las necesitase. Más o menos su empresa es una agencia matrimonial. Pero no es necesario casarse. Tiene ubicada su empresa en un antiguo chalet.

Elisa. Elisa es la mujer que llevó a Lucas por la calle de la amargura. No se me apuren, porque perfectamente pudo ocurrir al revés. A veces, la calle de la amargura es asfaltada por ambos.

Ella. Ella es Teresa. Diréis que la mujer de la limpieza. No. Ella da para más. Quizá tenga un instinto felino o quizás vierta la clave de todo lo sucedido.

Ellos. Ellos, los que estaban de fiesta son tan irrelevantes como lo que comerá el gato. Ellos, en ese momento del relato, formaban parte del desagüe emocional de Lucas.

Gato Negro. No tiene nada que ver con el gato blanco de Kusturica. Tampoco tiene que ver con las lanas del gato negro. Abrúptamente: el gato negro es el cómplice.

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Lo sucedido (I)
Lo sucedido (II)

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Un relato muy ingenioso. Me gustó como relacionas a los personajes.
Es genial.

Un placer leerte.

alicia dijo...

Me gusta este rompecabezas cuyas piezas no son lo que parecen. El personaje de Teresa despierta hondamente mi curiosidad. "Ella da para más", qué hermosa frase.
Te sigo en estos pasos

Flamenco Rojo dijo...

Joder, Amando llevaba razón ayer...había una entrega "Lo sucedido (0)"...¿No habrá una (-1)?

Un abrazo.

JosepMª dijo...

Laberinto de dudas
y, cómo no, de pasiones.
Atracción fatal.
Tienes gancho.

Menos mal que nos dejas el hilo de
Ariadna, para que no nos acabemos de extraviar.
O para que no nos acabemos de orientar...

Los personajes, gato incluido, son fascinantes.
El relato, impecable.
Y tu método, sorprendente.

No te echo incienso,
lo pienso así.

Caminante dijo...

VAMOS DE JERGLÍFICO... ¡Y YO CON ESTOS PELOS!
HASTA PRONTO: Paquita

Nikté dijo...

Pues estaba en la casa de Pedro dejándole mis paranoias y estabamos tú y yo, allí los dos solitos, y me he dicho: "voy a visitarlo"; y aquí me tienes.
La ficha de los personajes es ya interesante de por si.
Voy a leer, es que me he puesto las gafas y cuando me las pongo, pasa lo que pasa.

Amando Carabias dijo...

Pues a mí me da en la nariz que habrá un Lo sucedido III que sólo explicará que la carne estaba poco hecha.

Es broma, Manuel, magnífico y realmente original. Esto es lo de las precuelas cinematográficas llevadas al microrelato.

Amando Carabias dijo...

Pues a mí me da en la nariz que habrá un Lo sucedido III que sólo explicará que la carne estaba poco hecha.

Es broma, Manuel, magnífico y realmente original. Esto es lo de las precuelas cinematográficas llevadas al microrelato.

virgi dijo...

El puzzle parece que se arma fácil, pero cuando te pones a ello, hay cosas que no cuadran...¿será el gato el culpable?
Me tienes en ascuas

(pero te mando besos)

virgi dijo...

El puzzle parece que se arma fácil, pero cuando te pones a ello, hay cosas que no cuadran...¿será el gato el culpable?
Me tienes en ascuas

(pero te mando besos)

Tempero dijo...

Salvador:
se puede ser ingenioso y, lo lógico sería desarrollar y estrujar todo lo posible lo esbozado. A ver si lo consigo. Tengo idea de como continuar pero por ahora lo voy a dejar como está.
Gracias por tu visita,

Tempero dijo...

Alicia:

No te rompas la cabeza, Alicia. Claro que ella da para más (Teresa). Fíjate que decide volver y seguramente rastreará lo que está/estaba comiendo el gato negro. Y, a partir de ahí, la cosa o se complica o se desinfla.
Pero ni yo lo sé.

Sigo tus pasos imperceptibles.

Tempero dijo...

Pepe, claro que hay una menos UNO. En ella te diría el origen del gato, sus gustos y a lo que se dedicaba Elisa. Y también hay un TRES.

Saludos, pintor.

Tempero dijo...

Josep María:

Dejando como dejas sin tapujos lo que piensas, cómo lo piensas y cómo lo expones, me resultaría chirriante el olor a incienso. Dejemos el incienso para los reyes y para los vanidosos. Además, me recuerda a mi época de monaguillo y a las iglesias.
Vamos, que gracias.
Y, si algo es el relato es el laberinto de pasiones que apuntas, pero que nadie muere. ¿Vale?

Tempero dijo...

Paquita:
que puedes comentar con los rulos puestos si lo deseas, que ya nos conocemos lo insuficiente para no asustarnos. Quizás, si nos conociésemos más a fondo nos daríamos miedo. Aunque no lo creo.

Besos y cuídate.

Tempero dijo...

Ana:
Cuando te pones las gafas, ¿te vuelves más paranoica o más cuerda?

Besos.

Tempero dijo...

Amando:

Ya le he abierto a Pepe la posibilidad de un III. Y ya me explicarás lo de las precuelas cinematográficas. A mí, como mucho, me suelen quedar secuelas y, procuro que huyan cuanto antes de no ser bienvenidas.

Tempero dijo...

Virgi:

Puzzle, rompecabezas, jeroglífico: la próxima vez os propongo un Sudoku de palabras enardecidas. ¿Llovió mucho, verdad?

Tardan en llegar los besos, pero se presienten.

Amando Carabias dijo...

¿No ha sido con "La guerra de las galaxias", con la que se han inventado no sé cuántas aventuras que les sucedieron a los protagonistas o antecesores? Quizá a otras series les ha ocurrido lo mismo.
Los críticos (o los publicistas) lo denominaron precuelas.