viernes, 5 de febrero de 2010

Hecho sustancial



Hecho de estar vivo es esta vivencia.
Estoy hecho y es un hecho singular
acompasarse a la vida tal cual.
De lejos, asomarse a la dedicación
con que unas cigüeñas se alimentan,
exhiben su corte de plumas, verlas
sin un ápice de extorsión, así de lejos,
me incorpora aún más a su ritmo. Y
de igual diría si entre desgarros y picos
la comida se elevase a violencia en favor
de una manada atestada de buitres. Su
ritmo también sería el mío: considerar
esas vivencias como pequeñas partes
de la necesaria sabiduría.



19 comentarios:

Caminante dijo...

¡Son actuales las fotos?
¡Qué gusto disfrutar del panarama!
De ese panorama. Besos. PAQUITA

Inés González dijo...

Eres como un gato que regresas a la casa y desde el cuarto sigues escuchando el rumor del agua, el vuelo de las golondrinas, los olores, los ruidos que invaden la ciudad, las ciudades del mundo que despiertan todas las mañanas grávidas.
Los gatos siempre están vivos...

Amando Carabias dijo...

Acudamos a la vida y sus necesidades para seguir sintiendo que estamos hechos de vivencias

Flamenco Rojo dijo...

Soy más buitre que cigüeña…y cuando intuyo que la carne es veneno ni me acerco.
Buen acompañamiento musical, el de Juan Gómez “Chicuelo”, para este texto.

Un abrazo.

mateosantamarta dijo...

Envidiable tu natural sintonía con los seres y las cosas.
Creo que voy a recuperar de tu mano el gusto por el flamenco...
Después de subir mi comentario en tu entrada anterior pensé en los poros-pozos, pero tienes razón: capilares. Un abrazo.

virgi dijo...

La posición de las cigüeñas en la primera foto parece imitarse a sí misma en la constelación de su primo el Cisne. En algún lado andará Deneb (Alfa Cygni)...¿o se la habrá comido el gato?

manolotel dijo...

Hay en esta manera de decir vocación de velar y de señalar al mismo tiempo; de misterio y evidencia en el hecho de la vida; de asimilación con la propia naturaleza animal. Desde ese punto de vista se descubre un yo poético y aunque las formas no lo determinen se produce la interrogación, la reflexión. Eso debería bastar. Sin embargo, como lector poco adicto a las teorias de Lacan, no dejo de echar en falta un poco más de ritmo en la propuesta.

Efectivamente, Virgi, que debe haber mirado más de una vez a las estrellas, ha acertado con la imagen astronómica que sugiere la foto, aunque en este caso (¡que buena foto) se trate de cigueñas.

para la maravillosa guitarra de fondo me he quedado sin palabras.

Un abrazo.

JosepMª dijo...

Estar vivo.
Y ser pensante.
Picos y garras.
Y desgarros.
Comer (matando) para vivir.
Y morir.
Algunos, esperando trascender.

No sé quien dijo:
Es una enfermedad, la de pensar.
Líbrate de ella.

Si puedes...

Isolda Wagner dijo...

Lo mejor de tu blog, Tempero, aparte del flamenco), es que desde la primera vez que lo visité, me obligaste a reflexionar. Y en cada entrada, lo logras. Todo gracias a este planeta que nos contiene y además late como nosotros.
Tenías razón, los besos del hipotálamo quizá fueran cerebrales, así que hoy son de química pura.

Con tu permiso, Manuel, Josep Mª:
tus versos de presentación, son estupendos. Iual que los que vas dejando en este sitio.
Molts petons per a tu també.

JosepMª dijo...

Tempero:
Para mí,
tu blog es un bálsamo,
mejor que el de Fierabrás.

Isolda:
Gracias
por tus palabras.
Esta relación,
que permite Internet,
es especial:
Conocer buena gente,
lejana,
pero en coloquio alentador.

Una abraçada, amiga.

Tempero dijo...

Paquita:

Admiración y pregunta. Si son actuales. Del día 2 de febrero, un día antes del San Blas las cigüeñas verás. En el Manzanares, en la zona de Rivas próxima al vertedero y Valdemingomez no te puedes hacer a la idea la de cigüeñas que hay. Y no se van en todo el año.

Besos.

Tempero dijo...

Inés:

Lo mío no son más que zarpazos sin uñas a las cosas. De momento conservo las siete vidas y mi instinto felino. Pero desde luego no soy el gato negro de Lucas, que ése sí tenía uñas y de ahí que fuera tan cómplice.

Besos eslovena.

Tempero dijo...

Amando:
Sé que te tengo como partidario a la hora de acudir. Las vivencias suelen dar una literatura de peso. El problema es quitar ese peso a la hora de reflejarlo literariamente. Siempre he creído en esa clave para el buen escribir y que, desde luego, te entiendan.

Abrazos.

Tempero dijo...

Pepe:

Siempre he admirado a las aves carroñeras. Decir persona carroñera ya es pensar en cruzar los dedos por mi parte. La cigüeña, como la urraca, se han hecho cosmopolitas y excesivamente carroñeras debido a la escasez de alimento en sus hábitats, sobre todo las del pico más largo (ríos secos, terrenos con pocos brotes verdes, etc..)
Pero el flamenco ha seguido un rumbo muy fértil. Chicuelo es un buen ejemplo.

Abrazos.

Tempero dijo...

Mateo:

¿Te digo la frecuencia en la que me muevo? Creo que como hombre de campo no te haría mucha falta saberlo para estar en sintonía.
¿Fuiste amante del flamenco?: suelta por esas teclas tus gustos, por favor.

Tempero dijo...

Maestra Virginia:

Mi actitud consteladora se ciñe a la claridad y, como mucho, a la luna. A las estrellas las tengo por dispersas, caprichosas y desordenadas. Pero gracias por advertirme la cola del cisne. Acudiré a resucitarme por la noche, con gatos o sin ellos.

El gato pudo comer algo que volaba.

Tempero dijo...

Al menos espero que no te hayas quedado sin oído, Manolotel, que lo juzgo por fino y secreto. Pero la palabra tienes para troquelar y buena. En efecto, como 'yo poético' me juzgo más ensimismado que como 'yo montaraz'. Sé que acudo al remanso de la palabra y me gusta ese estilo y sé que tengo que coger el fuelle de vez en cuando para darle aire a lo que escribo.
¿Serán las tarantas a las que tanto acudo?
Gracias por tu comentario nada inconsciente.
Abrazo retornado.

Tempero dijo...

Josep María:

La de pensar es una apuesta necesaria y continua. A pesar de lo afiebrados que podamos llegar.
La de actuar es mayor apuesta.
Y vienen los palos muchas veces.
Y entonces el bálsamo de Fierabrás se hace más necesario que nunca.
Creo que con leer/releer el Quijote tendríamos suficiente en la escuela para pensar. Y la Biblia.
Presencia ya necesaria la tuya aquí.

Tempero dijo...

Isolda:

Ya ves cómo somos los segovianos. No sé si obligo a reflexionar. Lo dudo a veces. Lo que sí me gusta es compartir la contemplación.

Por cierto, y esto también va para Amando, con quien compartí buenos callos, me han contado la receta de los callos que hacen en Málaga, que utilizan los de cerdo y en los que queman los ajos enteros para el guiso. En fín, que son horas de acostarse.

A brazadas los besos.