viernes, 12 de marzo de 2010

Correspondencias de ida.




Cuando estuve a ver a John Berger el 11 de Febrero dijo una cosa muy interesante respecto a la correspondencia. Conviene recordar que su último libro, titulado 'From to A to X', es la correspondencia que Aida escribe a la persona que más quiere y que está en prisión. Las cartas nunca tienen respuesta porque 'X' tiene prohibido mandar cartas. John Berger, desentrañando el personaje de Aida, expuso que no sólo lo que escribe son cartas en las que siente la vida sino que son cartas que nos dicen cómo siente sabiendo ella que está vivo. Un matiz importante cuando no tenemos respuesta es ése: saber que a quien escribimos está vivo.

El vídeo propuesto pertenece a la hermosa película de Víctor Erice donde Agustín (Omero Antonutti) le dice a su hija Estrella(Icíar Bollaín) que 'es bonito decir a todo el mundo lo que piensas' a propósito de una pintada que 'El carioco'(Miguel, amiguete de Estrella) había hecho en la tapia de su casa exponiendo claramente 'Te quiero'. Agustín ha sufrido una derrota de amor con la mujer que llevaba una correspondencia: ella le dice que no le escriba más. Él calla su amor, lo ha ingerido tanto, necesita tanta luz -El sur- que decide ante la derrota suicidarse. Quien no haya visto esta película llena de metrónomos vitales/visuales que lo haga.

5 comentarios:

Inés González dijo...

He visto El Sur muchas veces, me la regaló mi padre hace años, has escogido la escena que más adoro y que más remordimientos me causa, porque yo también lo dejé solo sentado frente a la ventana abandonado a su suerte.
Siempre me quedé con ganas de bailar ese pasodoble...

Tinta de aterrizaje dijo...

Decir a todo el mundo lo que piensas para vivir deun modo más extenso.
El sur, su luz, es lo deseable tras un periodo de hibernación.
Vi esa película hace unos años y me acuerdo del péndulo como metáfora del tiempo que transcurre como verdadero metrónomo inapelable.

Amando Carabias dijo...

Resulta que iba a comentar hace unas cinco horas, y en esto ha llegado el calefactor. Y porque faltaba una llave y porque he sido incapaz de dar con ella, pues quien la tiene no estaba en su casa, se ha marchado con viento fresco (nunca mejor dicho). Todo ha sido una sucesión de contratiempos casi surrealistas. Nadie es culpable de nada y sin esa llave continuaré duchándome con agua digamos que a temperatura ambiente. Eso aclara las ideas, de acuerdo, pero mis dos hijas y Marián no opinan lo mismo.
En fin el rebote ha sido de alto voltaje, y he decidido irme también yo a tomar el fresco.
Ahora más calmado vuelvo para decir que esta película es una maravilla, que esta escena es magnífica, y que decir las cosas que uno piensa y que a uno le pasa es muy importante. Por eso os he contado el rollo.
Perdonen vuesas mercedes el rollo. Es lo que tiene la vida, estos péndulos que nos llevan de un lado a otro como si fueran columpios imposibles. Pretendemos escribir un verso, pero la caldera que calienta el agua decide declararse en huelga.

JosepMª dijo...

Hoy,
hay página para la nostalgia.
Nos invitas
a ponernos melancólicos.
La (incompleta) película
de Víctor Erice
es UNA Obra de Arte:
Tinieblas y luces.
Palabras y silencios.
Músicas...
Sobevivir en el desencanto,
mientras se puede.
¿Hay papel más triste
que las cartas de un amor
perdido?

Ahora volveré a escuchar
la Danza Andaluza,
de Enrique Granados...

http://www.goear.com/listen/2b98267/danza-andaluza-granados

alicia dijo...

Poniéndome al día de dos semanas de ausencia encuentro uno de mis tesoros, "El Sur". Y la primera imagen que acude a mi mente es es composición casi pictórica del cuarto de la niña inundado por una luz ambarina que brota de la ventana. Erice tardó días en rodar esa sencilla pero compleja escena. Quería un efecto de sueño, lo tenía tan claro... Quizá por eso Elías Querejeta decidió que el presupuesto era excesivo y cortó la película por la mitad. Es un film mutilado, una herida que a Erice aún le sangra. Justamente se termina cuando Icíar hace sus maletas para viajar a ese mítico Sur. Así que es una película que ha perdido el sur aunque conserva el norte...
Abrazos desde los cuatro puntos cardinales