viernes, 30 de abril de 2010

Clavo: detalles del ayer.

Hace ya que los clavos no salen de las fraguas.
Aún asoman su cornada en la madera de las puertas.
Detalles del ayer.




Aquella ceremonia del fuelle,
estallante tú de doma por el rojo vivo,
clavo,
fragua, carbón de propicia voz,
grito y golpe,
yunque,
memoria de la forma,
clavo largo nacido para acuñar
aquéllas puertas,
recuerdo que va a más
mientras te abres,
mientras te desangras de tiempo,
clavo,
parte clave de unión,
botón por afuera
y por afuera lo que sobra,
lo que se dobla
y lo que entra,
clavo.


Taranta de Antonio Rey: 'RECUERDOS' de su álbum 'A través de ti'



'Cauce', martinete, cantado por Miguel Poveda



Y en mi fragua ya no hay ruido
y el yunque está arrinconado;
los martillos se han perdido
ay, cuando mi padre ha faltado.

martes, 27 de abril de 2010

Satisfacción literaria: traducción simultánea y callada



'Apreciemos el instante' titula Arianna Savall su tema musical con poemas de Omar Jayyam y Robaiyyat. Apreciemos esas caléndulas-claveles.

Antonino 'el puerro' es este señor que presento en la foto. 'El puerro' no es un mote sino un apodo cultivado. Toda su vida se ha dedicado a la huerta. Hablábamos el otro día en un pequeño parque del pueblo de la bondad de estos días casi veraniegos. Le comentaba sobre la posibilidad de plantar los tomates ya. Me dijo que por mucho invento de plásticos allí, en la Castilla fresca, como mucho, la recogida, se adelantaría diez días. Y tiene razón. Y además no quiere trabajar de balde. Quiere poner sus tomates como siempre y al raso, y a partir de san Isidro. A lo seguro.

Pero lo que me sedujo de su conversación fue su interpretación particular sobre las caléndulas que tiene en su huerta. Para él, son claveles. El dijo: 'Ay que ver cómo conservan la raza esos claveles (los teníamos al lado del banco donde nos sentamos). 'Los tengo yo en un rincón en la huerta y son los mismos que plantó mi abuelo y ahí siguen, que no se pierden nada.' Ya ven que habla de raza Antonino y no es para nada ario. Es una forma de hablar hermosa la que tienen la gente de los pueblos. Yo hago mi traducción simultánea y callada. Entiendo que por raza podría decir especie. Y también sé que sería absurdo hablar de la genética de las plantas. Lo cierto es que sus caléndulas se sostienen en el tiempo.

A aún hay más. Me comentó que puso años atrás un árbol de neftarinas. 'Casi todos los años se me hiela. Se ve que es un árbol que madruga mucho.'(Este año se le volvió a helar el 29 de marzo.) Volví a traducir simultaneamente: los neftarinos arrojan demasiado pronto la flor para aquel clima castellano. Pero ese 'madrugar' del árbol me satisface más literaria y humanamente en una conversación.



lunes, 26 de abril de 2010

Por una tortilla

Por una tortilla.
Es de agradecer que por una tortilla mal hecha nos venga una palabra.
Un señor a mi lado pide un pincho de tortilla en un bar de barrio.
No sé si lo conocían al señor pero éste se expresó con naturalidad ante una tortilla que, a la vista, saltaba con dureza y sequedad.

¡Vaya tastana que tiene esta tortilla!

Lo más aproximado que yo había oído era 'tartana'. Pero ya tengo otra expresión para hablar del campo cuando se halle muy reseco y con costra.

jueves, 22 de abril de 2010

Hondura


Háblame para dejarme un cerco.
Allí estábamos cuando sobre el cuello nos urgía el suelo.
Querías palabras ejecutadas más allá de las manos.
Las caricias las siento, las palabras me ahondan.
Me agaché y con las manos toqué esa raíz que nos temblaba. Te señale lo que no se veía de ella.
No sé si me dijiste te quiero. Fue la tuya una voz leve.
Aún quiero preservarte, regirme por lo que nos dimos tras aquella raíz.
Hondura.
Sí, éso fue lo último que me indicaste.




viernes, 16 de abril de 2010

Ser visto por un zorro


A esa hora que nadie había no pude figurarte.
Un talud de tierra y tú. Y el agua sirviendo
una aspersión de calma. Y tú sobre mí dejaste
madurar el tiempo justo para hacer click,
y así desengañarme por un instante de tu astucia,
y yo sobre ti, atareado en no dar un paso en falso,
en pensar, incluso, en el intercambio de papeles,
yo zorro expectante y tú en mi yo encajado
en la emoción, trancurriendo así el escaso tiempo
que todo animal libre te otorga. Y en este caso,
como si de una predicción suya de normalidad
le hubiese llegado, decidió que podía sostener
su rostro metros más allá con la sóla condición
de no deliberar nada, simplemente sentirme
afortunado.






Más o menos el tiempo que dura esta bella pincelada de guitarra es lo que estuve frente a ese zorro. La memoria acapara ahora su figura.

miércoles, 14 de abril de 2010

Palabras antideslizantes


Puso Cervantes en la boca de Sancho muchas palabras que luego el de la barba afilada le corregía. Sabio Cervantes y sabio lenguaje el del pueblo, quizá el menos realacadémico pero sí el más vivo. Ojo que de trastocar palabras a hablar mal hay mucha diferencia. Ya quisiera que el 'guay', 'tope', por ejemplo se ramificase en las voces de hace un siglo para elogiar a algo o a alguien.

Ver esa indicación (Foto 1)hacia un lugar recóndito de Lugo da que pensar. Habrá quien vea un pequeño acto vandálico en el emborronado y en la añadidura. A mí me hizo gracia cómo la cercanía de las vocales te invitan a la delicia del lenguaje. Os advierto que la costa está lejos, pues Lugo es de interior, pero cerca está la cuesta/costa que en 300 metros empinadísimos nos lleva a la aldea de San Fiz, aledaña a Lugo.

Allí ya es primavera, ya es Abril, ya menudean las flores de los cereixales. Por partes. Primero las más orientadas al Sur. Después vendrán las otras. En la Vera (Cáceres) los cerezos ya pasaron su nieve floral.

Pero hoy me interesa hablar del lenguaje y su deslizamiento. O mejor, de su antideslizamiento. Hace días leí en el cuaderno Tot Barcelona esa mención a las palabras antideslizantes. Su autor no pudo recurrir a mejor término para hablar, sin decirlo, de los eufemismos. Por ejemplo: Residencia Geriátrica por aparcamiento de personas mayores, retiro forzoso. Seguid ese cuaderno si quieren conocer de una manera particular y amena la ciudad de Barcelona.

Por cierto, la palabra deslizante de marihuana es el costo.




sábado, 10 de abril de 2010

Permutas de lo vivido




Clausura del invierno ese verde sonante.
Esa casa, en algún tiempo perecedera,
apunta a mis ojos, rogándolos con cal,
cabida sólo en ellos, ahora, el triunfo
lineal de las plantas. De todas ellas
es mi obsesión y riego, perderme
en instantes en los que yo haya
de revolver lo habido, aquello
que siempre permuta por amplia luz.




Pablo Rubén Maldonado
Perdido en el tiempo, Improvisación)

jueves, 8 de abril de 2010

Caz

Se trata de los restos de un antiguo molino de mi pueblo, Hoyuelos (Segovia).
En el tengo vinculada mucha infancia y mucho juego. Pero, ante todo, una palabra ya casi en desuso: caz.


Recuerdos

Techo, luz, juego,
primavera, invierno,
caz, piedras, grano,
agua, salud, ruina,
equipaje, sueño,
alma, lamento,
vencejo.

El Pele


Ayer, en el XII Festival Flamenco "Tío Luis, El de la Juliana", en el Colegio Mayor Universitario Isabel de España cantó el cordobés Manuel Moreno Maya, 'El Pele'. Cante de tremenda voz y fiel acompañamiento de guitarra. Repertorio clásico de soleares, seguirillas, malagueñas con fandangos abandolaos, copla, chispazo de malagueña, alegrías susurradas en su comienzo y bulerías lentas en pie. Y martinete. Todo éso si no me equivoco. Cantado con sensualidad, con retorcimiento, con un constante grillear de los dedos de las manos cuando no llevaba el compás él mismo. 'Ponle donde tú quieras, tú eres el que mandas', le dijo a Antonio de Patrocinio a la hora de ajustar el tono. Ya veis, humilde y generoso.
Hubo un momento de compenetración memorable en la soleá: cuando paró El Pele en el tercio abrió la mano como helecho tierno hacia Antonio y éste le mimó con un acorde de cielo. Antonio estuvo volcao en El Pele: lo instó con olés a rabiar.
Concierto flamenco de los de verdad, con buen sonido y escasa luz. Y ese arco de voz que posee El Pele, donde el grito esta tan modulado como el susurro.
Se me olvidaba: los zapatos de El Pele me gustaron mucho, aparte de emocionarme también con su compás.

Os dejo esa bulería iniciada por La Susi donde se relata una historia de amantes que se escondían debajo de las adelfas.






LOS AMANTES (Balería)


Quisiera oír la historia

de ese amor tan ciego

que ocurrió en mi pueblo

historia que un gitano imagino

la historia que vivió en silencio

quisiera oír la historia por favor

de los amantes que murieron

murieron y mas tarde renacieron

y volvían a morir en cada encuentro


Amantes que se escondían

debajo de las adelfas

amantes que se besaban

con una pasión inmensa


Amantes que se perdían

por esos verdes caminos

amantes que se abrazaban

temerosos del destino


Mares de dudas

sueños de fuga

duelo de muerte en vida

por la locura por la locura


Quisiera oír la historia...


Amantes que se encerraban

entre esas cuatro paredes

amantes que con sus cuerpos

daban el dulce a las mieles


Amantes que lo dejaban

con lágrimas en el alma

amantes que ya buscaban

los sabores de la calma


Mares de dudas...


Amantes que en el recuerdo

se siguen enamorando

amantes que sus vivencias

otros las van encarnando


Mares de dudas…

lunes, 5 de abril de 2010

Cabida y vida

El tema musical propuesto lleva una pregunta clara: '¿De dónde venimos?'
Yo añado otra ante las imágenes de estas dos encinas y su horizonte: ¿Adónde vamos?
No me interesa la batalla por Marte ni la carrera espacial. Me interesa la tierra que piso, su fulgor y sus heridas.
No es que uno de los dos árboles no haya brotado. Los dos árboles son encinas: una muerta y otra viva. La encina muerta probablemente haya sido atacada por el hongo Diplodia sp., hongo que está causando gran montandad de encinas y alcornoques. En lenguaje llano y explícito llaman a ese hongo 'la seca'.
Por este hongo y por más cosas me pregunto yo '¿Adónde vamos?'


Estas dos encinas me dan que hablar. Una nació años después, cuando la otra ya estaba muy avanzada. Creció respetando es espacio propio de la otra. ¿Se sometió? No sé si hablar de sometimiento dentro de la propia Naturaleza. Lo cierto es que tuvo cabida y vida, aun inclinada. ¿Quién no ha oído que la Naturaleza es cruel? No, la Naturaleza es como es, es una lucha constante por la vida. ¿Y ahora qué? Una muerta y la otra viva. Pasarán muchos años hasta que esa encina muerta se desintegre. No sabemos si la viva seguirá con su inclinación u optará por la verticalidad. Los años, el tiempo.
Aparte de estas consideraciones admiro la estética que me proporcionaron estas dos encinas, probablemente no tan acentuada de haber estado las dos vivas.




domingo, 4 de abril de 2010

Entre la mar y el cielo



¿Dónde está ese pez que nunca ya hierve? Aquí lo espero, sin caña. Sólamente estiro la mano tanto como longitud tiene el deseo. Y toco el fondo del lago, lo rastreo. No me equivocan las piedras, el lodo del fondo. Todo está como cuando buceaba. Ahora es la mano la que toca, la que quiere el pez, la que respira bajo el agua. Yo arriba espero. Trenzo sobre el semblante de las nubes un pasaje aéreo: más me estiro. Y yo en medio del agua y del cielo. Ahí esta la golondrina que quiebra, que da al cielo un candelabro de vida. No la puedo coger. Ahí está el pez que yo sé. Admito su camuflaje. Quizá lo toque. Necesito su movimiento, su despejada ruta. Espero entre la mar y el cielo.