sábado, 10 de abril de 2010

Permutas de lo vivido




Clausura del invierno ese verde sonante.
Esa casa, en algún tiempo perecedera,
apunta a mis ojos, rogándolos con cal,
cabida sólo en ellos, ahora, el triunfo
lineal de las plantas. De todas ellas
es mi obsesión y riego, perderme
en instantes en los que yo haya
de revolver lo habido, aquello
que siempre permuta por amplia luz.




Pablo Rubén Maldonado
Perdido en el tiempo, Improvisación)

23 comentarios:

Porverita dijo...

Enhorabuena por mostrarnos, de nuevo, el triunfo de la naturaleza sobre la civilización.
Aunque en este caso sea algo "cultivada"

Salud, niño de los colores.

mirada dijo...

qué gozada, pequerrechiño....
gracias, se me llena el alma.

virgi dijo...

¡Qué paz, Tempero!
Echarme de nuevo entre los surcos, oler la tierra que se abre, generosa...
Preciosa foto.
Aprendí contigo la palabra "caz", que por aquí creo que serían las atarjeas que llevan el agua de las galerías a las charcas, las fincas, las casas.

Tot Barcelona dijo...

La envidia de un urbanita cuando ve el campo sin puertas....salut

Amando Carabias dijo...

Vida joven o rejuvenecida, vida intensa, pues intensos son el blanco, el verde, el azul...
Pureza del estreno de una estación nueva.

mateosantamarta dijo...

Surcos como los de mi tiera, ahora tan lejana para mí, que conducen, sin transición, a un cielo infinito. Un abrazo. Perdidos en el tiempo y en una civilización extrviada,

Enrique Sabaté dijo...

Tengo la suerte de vivir cerca de un caz, aunque la ciudad va siendo más ciudad, todavía quedan cerros y surcos a la vista. Seguimos sintiendo la primavera, ¿pero por hasta cuándo?

JosepMª dijo...

Horizonte de dinámicos molinos.
Pobre Hidalgo!
Si hoy los acomete...

Inmenso cultivo,
mecánico:
Verde rural,
manipulado
para mercado urbano
insaciable.

Solitario
el habitáculo.
No hay camino.
O no lo veo.

Segundo Gallinero dijo...

La soledad, la amplitud y la simpleza del paisaje es lo que imprime hermosura a la foto.

Ahora bien: unas gallinitas correteando por el sembrado en busca de gusanitos y otros bichejos. (Esto mío debe ser deformación profesional)

Los huevos llegaron al tren; aunque alguno se quedó en el Santiago Bernabeu

La oveja bala, la vaca muge, el ruiseñor trina y la gallina cacarea. Que se le va a hacer; es su sino.

Segundo G.

Caminante dijo...

Y al segundo mes fue la réplica...

* abril 10, 2010. ¿Dónde estamos?: John Berger (Octubre 2002)

Tempero tempero-koroneiki.blogspot.com/ en su entrada del miércoles 10 de febrero de 2010 habla de John Berger y recomienda expresamente este artículo que enlaza... y yo he copiado ysinembargo.com/uebi/2006/12/09/donde-estamos-por-john-berger/ Publicado el 9/12/06 en Y SIN EMBARGO Magazine (...)

... el campo está ahora exhuberante. Vayas por donde vayas el verde tierno invade la mirada.
Besitos: PAQUITA

Shandy dijo...

La naturaleza es cíclica y los verdes de abril clausuran el invierno, pero no nuestros recuerdos. Me pregunto si la tierra tiene memoria,¿ sentirá nostalgia, tendrá recuerdos de otros tiempos?
Aunque la foto es bella, me pierdo en la sobriedad y amplitud de ese espacio tan abierto, me encoge el alma, necesito un árbol, una flor, una sombra, un recodo, un valado, una loma...
El poema, evocador. Labriego, cultivas bien la memoria.

Tempero dijo...

Porverita, gracias por la enhorabuena pero lo que muestro es el triunfo de la civilización sobre la naturaleza. En este caso son unas leguminosas con muy buena pinta: veza: vicia sátiva.

Verde que te quiero verde es una copla cantada hasta la saciedad. Lo que pasa que a ver quién se atreve a decir 'verde como la veza' en vez de 'verde como la albahaca'.

Salud de la Bueña.

Tempero dijo...

Guada, el alma ¿se llena con mucho o con poco? ¿Qué capacidad tiene? ¿Es inflamable el alma?

Milleiros.

Tempero dijo...

Virgi, el que tu vivas allí y nosotros aquí es positivo. Nos conduces vocabulario nuevo como Atarjea y te llevamos tierra y caz. Además, Internet es un gran Atajo (parecido a atarjea, pero sin tanta humedad).

Besos, ¡que hace que no te los mando!

Tempero dijo...

Miquel, en la entrada de hoy te menciono porque lo de las palabras antideslizantes me llegó al alma. Tu manera de mostrar Barcelona es un encanto.

Mis puertas abiertas tienes, llenas de salud y sinceridad.

Tempero dijo...

Mateo, en un civilización distorsionada más que extraviada. Se pone uno a pensar en los romanos, en los griegos, en los árabes y dice: ¡dios mío, con lo poco que tenían y con la gran inteligencia lo que hicieron!

Nuestra civilización es que es muy caprichosa. No sé que dirán de aquí a 500 años.

Tempero dijo...

En Alcalá aún se paladea el pueblo laborioso que fue. Desde luego es la ciudad es una ciudad en la que me siento como un pueblo. Sus cerros llenos de esparto hacia Los Santos de la Humosa son una delicia que los engrandecerá la primavera, sin duda.

Anímala con el rabel, Enrique.

Tempero dijo...

Sí hay una pequeña vereda, Josep. La horizontalidad de la foto la mimetiza. Al menos es un cultivo que fija nitrógeno a la tierra para que al año que viene no tiren de abono de primavera. Yo también siembro leguminosas.

Un abrazo.

Tempero dijo...

Ten cuidado Gallinero que un día de estosvoy a meter un zorro en una entrada y lo mismo te desbarata.

¿Estás camuflado?

Veo que has cambiado la gaviota pepera por la silueta de un buitre.

Tempero dijo...

El campo exhuberante y el Mulhacen lleno de nieve. No logré reconocerte entre tantas mujeres. Oye, que me das una envidia sana y fresca, Éboli.

Besos.

Tempero dijo...

Montaraza, mi memoria esta llena de frutos y semillas. Muchas tardan en germinar aunque permanezcan en silencio. Oye, que al fondo hay muchas encinas. No olvides que el paraje es cercano al que pateó Cervantes junto a la cueva de Montesinos.

Besos cíclicos.

JosepMª dijo...

Una pequeña vereda
es camino
suficiente.
Gracias.

Segundo Gallinero dijo...

Hombre Tempero, camuflado, camuflado, no mucho; sólo un poco teñido para disimular las canas y las arrugas. Sobre los zorros no me asutan mucho; ya los hay por todos los gallineros eclesiásticos, peperos, judiciales--- y hacen de las suyas pero nadie los mata... bueno algunos los cambian de parroquia y otros los cambian de despachos.

Segundo G.