martes, 15 de junio de 2010





Como avanzadilla silenciosa me propongo mostrar las fotos aque aparecerán en la entrada de mañana. El texto se halla ahora en mi retaguardia poética. Diré que los postes son distintos y que están ubicados junto a las ruinas de un castillo en Alconchel de la Estrella. Las fotografías llevan el mismo nombre. Respecto al título, decido ocultarlo.

8 comentarios:

alicia dijo...

Espectacular el contraste con ese cielo a punto de estallar... ¿Escuchaste la furia de la tormenta de ayer? De seguir así esos postes serán mástiles en medio de un mar interior
Abrazos a la espera

Porverita dijo...

Lamparillas sin aceite y sin cable que las conecte a ningún corazón.

Saludos del mar catalán.

Amando Carabias dijo...

Llego tarde, y me he perdido varias entradas en vivo y en directo, pero he tenido la suerte de degustar no sólo las entradas de lluvia, sol y corazón, sino también las aportaciones de los contertulios. A veces eso también recompensa.
Y en ésta nos quedamos a la espera de lo que sucederá al poste, si es que algo le sucede.

Te acompañé en el paseo que me propusiste.

Isolda Wagner dijo...

¡Qué emoción, Manuel, por entregas!
Si, parecen lamparillas de aceite, pero seguro que las conectarás con algo vivo. Tres, dos, uno?
Besos, que no se apagan.

Tempero dijo...

La tormenta de ayer sí la escuche. Para mí quisiera más furia, mayor raudal en las calles. La lluvia excesiva se que causa estragos pero en mí ejerce una atracción total.
No dude que postes de esos ya casi no quedan. En el lugar que están no estorban y quedan como algo residual, anecdótico. Ya ves, mi mar interior en continuo oleaje, ¿éso es bueno, no?

Del ciero te diré que era al atardecer y que estaba algo brumoso hacia el este. Pero no estalló. Fallaste.

Tempero dijo...

Porverita:

¿Aprendiste a nadar?
Nadar y guardar la ropa me imagino que sí lo sabes hacer.
Áun sin cables, esas lamparillas están conectadas a mi corazón. Son esos residuos que no puedo evitar el retomarlos, rodearlos y pensar sobre/en ellos.

Salud.

Tempero dijo...

Un poste se puede derribar. Ya viste los de Gerona en esa nevada/helada que tuvieron. Éstos es difícil que se caigan pues son de madera. Antes se pudrirán.
Hay emoción en los contertulios y eso se agradece. Tú lo sabes por experiencia, lo que brota/botan de unos comentarios a otros.

Abrazos, Amando.

Tempero dijo...

Isolda:

¿Te has puesto de acuerdo con la Porverita?
Para mí el aceite yo lo quisiera.
No sé yo con que las conectaré. Pretendo aligerar, motivar, sustentar, prodigar en todo lo que hago. Espero tener suficiente corriente en la próxima entrada.
¿Cómo quieres los besos, incombustibles?