miércoles, 23 de junio de 2010

Posesión de dones



Sé que posees el don del oleaje ,
el entramado de un mar sin fatiga;
y si llamo a tu puerta es por los vencejos
que saldrían a nutrirse de agua rompiendo
todas las membranas de sal.
Posees el don de hacerme breve en el mar,
pero llamo
y me atrevo por el riesgo de una marejada
que filtre todo el recodo de mi ansia.
Clamo por lo que tras tuya oigo,
tú, puerta, consciente yo de tu amago perdurable
que con mi leve paso presentí.
Que lo posees justo donde yo me hallo flotante,
justo donde la gravedad del corcho es ala.
El don que abarca mis nudillos a perfilar
el rumor de tu leve apertura
sin que yo para nada te tema.
El del mar, tú Poseidón.


22 comentarios:

Tinta de aterrizaje dijo...

Coincidir en el mar cuando es tan elevado e inmenso. Y atrayente.
Lo delicioso del mar es que su sal no es costra.
Y lo delicioso de contar con tus poemas es no sentirlos como bofetadas sino como construcciones remansadas de música y sentido del ritmo.

Por no decir de la música que añades: en este caso Franca-mente bella.

Amando Carabias dijo...

Siempre el amor o el deseo se arriesga a la marejada, aunque lo que busque sea mecerse

mirada dijo...

La verdad es que está bien.

:-)

Tot Barcelona dijo...

molt bé, de veritat...muy bueno...

Isolda Wagner dijo...

Hace un tiempo que las puertas de tu casa se abren al mar. Todavía recuerdo la proa de un buque azul. Me encanta el tridente del dios que posee el don del oleaje. Precioso el mare aperto y esa voz rasgada con tintes brasileños.

Os dejo otro regalito, enviado por Flamenco Rojo

http://www.youtube.com/watch?v=MEpoyr8sCWs

Algo sabía de que compartes cámara, por eso mismo te animaba a decirnos la autoría, aunque bien mirado, soy buenísimos ambos.

Besos con rumor de caracolas.

alicia dijo...

Te mira Poseidón frente a frente y descubre, marinero en tierra, que todos los secretos de esa inmensidad caben en un solo hombre.
El tridente tras la puerta, y más allá la tempestad a la que nunca hay que temer mientras tengas una vela con que alimentar al viento.
La música también sustenta. En este caso, podría vivir un buen tiempo de la canción que has soltado al aire.
Abrazos al pairo

Tini dijo...

yo nunca sé si está bien o mal por que soy un desastre y solo sé ssi me gusta o no me gusta y....Me gusta ,mas diria me encanta el mar con todos y cada uno de sus dones, y el tridente?? me gusta mas que por poseidón por el tipo de forja.
que soy asi, m encanta el hierro l madera y el cristal de cualquier forma que se presente .... listo!!
Te dejo un saludo..

ybris dijo...

"y si llamo a tu puerta es por los vencejos"
"y me atrevo por el riesgo de una marejada
que filtre todo el recodo de mi ansia."
"... donde yo me hallo flotante,
justo donde la gravedad del corcho es ala."

Selecciono esos versos sobre ese mar al que Poseidón le hondura y vastedad más que temor.

Abrazos.

JosepMª dijo...

El símbolo del Tridente.
Qué hermoso herraje!
Pocos quedaremos,
admiradores
de la forja:
Antiguo y sagrado menester.
Hierro domeñado,
útil y bello.

Hay quien no sabe mirar
el mar.
Lo que se pierde!
Dejar que te acaricie.
Pero,
sé prudente:
Poseidón es voluble,
como todos los dioses.

Tu poema,
como un meandro
de mi(nuestro) rio:
Ansia amansada
Leve paso,
y firme.
Siempre en el camino
del agua.
Para llegar
done sabemos:
Allí,
precisamente...


PS.
No me veo capaz de llevar un cuaderno.
Pero hago unos montajes, que mi primo fotografía y publica en:

http://objectiudioptria.blogspot.com/


Lo mío va firmado como:Àngel de Pas

Tempero dijo...

Tinta:

La barca es vieja, pero conoce el mar,
Sabe a mar, como el arado sabe a tierra.
Mar y tierra se comunican brillos,
Se ceden pálpitos, mensajes
Desde el principio de los mundos,
Cuando fueron separadas
Las aguas de la tierra y fue plantado el árbol
Del fruto prohibido.

El pescador del alba, VICTORIANO CREMER

Tempero dijo...

Amando:

¿En Segovia no hay mar, verdad?


Muy lejos de la orilla
solitario y perdido en el crepúsculo,
me adentraba en el mar,
sintiendo la inquietud que me conmueve
si adentrarme en un poema
o en una noche larga de amor desconocido.

Primer día de vacaciones, Luis García Montero

Shandy dijo...

Tempero, un buen texto, tiene el ritmo del oleaje que bate y lame las rocas.
Poseidón es el rey de un mar en calma con un tridente dispuesto por si necesita defensa. Pero como dice el poeta Bernardino Graña contra ese Mar proteico, ninguén pode:
"Ti bates duro, ti abrangues,
ti ocupas, cundes, entras polas grechas".

Tempero dijo...

Guada:

A praia sente a soidade.

As ondas non teñen a ninguén para saltalas
para bicalas e para loitar.

Os cantís non berran.
Non hai fortaleza con que irromper nas rochas.
Descancan.

A praia mollada sente unha tristeza penetrante
que corta coma diamantes o ánimo.

Tristeza penetrante, XOSÉ OTERO CANTO

¿Tienes la playa cerca, no? Corre y salta!!

Tempero dijo...

Miquel:

Sobtadament, el mar.
Ultrapassats paisatges,
silencis, tactes lleus.
Una flor sumergida
al fons, a penes vista
la duresa d'uns llavis.
Assoleix la ventura
sota tèrbols celatges,
aigua amunt. I llavors,
sense nom que et conjuri,
aquesta pell tan dolça,
com una molsa amarga.

El mar, JUAN PERUCHO

Amando Carabias dijo...

Parece que no hay mar, pero uno también se sumergía en el mar de esta tierra cuando llegaba el primer día de las vacaciones.

Tempero dijo...

Isolda:

siento decirte que El Cigala ya me aburre un poco con su interpretación/explotación de temas que no son flamencos. Lo sé vende más como cantante junto al Bebo Valdes (que la otra vez le hizo todo el trabajo en 'Lágrimas negras') que como flamenco en estado puro. Para mí 'Alfonsina y el mar' será en la voz de Mercedes Sosa. Y a otra cosa: ¿Te gusta este soneto de Muñoz Rojas, donde el quicio juega un importante papel?


En esta clara tarde, en cuyo quicio
reclinado y cantando está el sosiego
ha venido a tocarme con su fuego
y de entonces me tiene a su servicio.


¡Ay corazón, sin más ansia ni oficio
que latir en lo oscuro para luego
reposar en lo oscuro, y en lo ciego
encontrar la razón de tu ejercicio!
.
Igual que el mar contra la costa quiebra
una vez y otra vez, tú contra tu muro
del pecho, tu pujanza va quebrando;


y lo mismo la costa lo celebra,
con una blanca espuma, que en lo oscuro
está siempre secreta resonando.


Y de regalo esta copla del quicio de la macebía:

http://www.goear.com/listen/bff3bd4/ojos-verdes-martirio-y-chano-dominguez-trio

Tempero dijo...

Alicia:

tu sabes que tras puertas como esas siempre hay mares que provocan desvelos.


El desvelado

Poesía (1917-1923)

¡Mis ojos abiertos!
¡Llevadme a la mar,
a ver si me duermo!

Mientras estén lejos,
no se han de cerrar
mis ojos abiertos.

Llorarán recuerdos,
hasta hacer un mar
de llanto y deseo.

Un mar sin consuelo,
que me ha de llevar
al desvelo eterno.

No imitan los besos,
ni el dulce cantar,
la ola y el viento.

¡La ola y el viento!
¡Llevadme a la mar,
a ver si me duermo!

Juan Ramón Jiménez

Tempero dijo...

Tini:

y si de soledad va la cosa (pero no impuesta, sino hallado por uno mismo) vuelve nuestro inmenso Juan Ramón Jiménez:

En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
en un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late y no lo siente...
¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!

Tempero dijo...

Ybris: ¿Y esta quinta oda del libro primero de tu amado Horacio?

Quis multa gracilis te puer in rosa
perfusus liquidis urget odoribus
grato, Pyrrha, sub antro?
cui flavam religas comam,

simplex munditiis? heu quotiens fidem
mutatosque deos flebit et aspera
nigris aequora ventis
emirabitur insolens,

qui nunc te fruitur credulus aurea,
qui semper vacuam, semper amabilem
sperat, nescius aurae
fallacis! miseri, quibus

intemptata nites! me tabula sacer
votiva paries indicat uvida
suspendisse potenti
vestimenta maris deo.



Pirra, ¿qué grácil joven
rociado de perfumes, entre abundantes rosas
te abraza en una gruta placentera?
¿Para quién tranzas tus cabellos rubios,
con sencilla elegancia? Cuán a menudo,¡ay!,
habrá que lamentar tus infidelidades
e igual las de los dioses tornadizos,
y, muchacho inexperto, se asombrará de ver
el mar enfurecido por las negras borrascas,
él, que en estos momentos disfruta de ti, áurea;
él crédulo que espera
que siempre has de estar pronta y amorosa,
pues ignora el engaño de la brisa.
Desgraciados aquellos a los cuales deslumbras,
ya que no te conocen. Por lo que a mí respecta,
una tabla votiva, colocada
en el muro sagrado, manifiesta
que consagraré mis mojados vestidos
a la deidad que domina los mares.


Un abrazo.

Tempero dijo...

Shandy:

Sabes que me gusta esta 'Xunta o río' de Bernardino:


Ninguén pode dicir se hai un sorriso
neste río de auga e case calma
(As estrelas esvaran como os ósos
na carne -luz e sombra- da distancia).

Ninguén di se é que agarda un mar de gloria,
de esplendor a este río en calma e ansia,
se despois desta pedra hai moles leitos,
se esta escuma é fracaso ou é esperanza.

Pero é certo que agarda un mar moi grande,
un mar real, fantástico, de auga.

E no encanto hei sentir e que perduren
os latexos ou golpes de chamada.

Hai que poñer o sangue tercamente,
como outro golpe dado contra a nada.

Hai que saber lamber o fogo noso,
a vida toda con ardor e pausa.

Hai que saber amar suave tal río,
bicar a boca do misterio ou chama.

Eu aquí quedo sobre o mundo. Escoito
meu doce sangue, que igualmente esvara.
Xa corrín e corrín inutilmente.
Son río e teño soio a propia auga.

Pero é certo que agarda un mar moi grande,
e hei de ir, hei de ir ao mar que agarda.

Tempero dijo...

Josep:

'de mi(nuestro) rio:'

No dudes que durante este transcurso habrá una buen sedimentación:

Nos salva la nostalgia. Cada día
hay un trozo de ayer que nos recuerda
un vivir. Desde el fondo de los años
se alza ese barco sobre el mar antiguo
para bogar desnudo en nuestra sangre.
Y así navega, entre suspiro y ola,
cáliz de la memoria perseguida,
con una encina, un beso, una palabra
y tanta soledad. Se fue perdiendo
el amor, la esperanza, los deseos
y se secó la boca enamorada...
Queda tan sólo la ceniza. Queda
el barco de cristal que cada tarde
cruza el pecho. ¡Con cuanta fantasía
el viento y la memoria se sublevan
y hacen reverdecer todo lo huido...!


¿Cómo andas de nostalgia, Josep?

Tempero dijo...

Josep:

El autor del poema titulado 'Barco', Santiago Castelo.