lunes, 4 de octubre de 2010

En fin




¿Qué hacer?¿Uñas y
garras a un asidero?
Dejarse crecer.

Este haiku está inspirado en las uñas de Gines(aquí) y la significación es, como todo buen lector debe apreciar, dispersa e inquietante. Además, lleva un post-título: En fin.

5 comentarios:

Inés González dijo...

Más que disperso e inquietante yo denominaría a este Haiku como un gran interrogate, una gran duda y posiblemente con solucion equivocada, aunque a decir verdad las dudas, sobre todo las grandes no siempre tienen una solución matemática. ¿Qué hacer?, esa es la cuestión, algunos elementos se pueden tener en cuenta: aferrarse-dejarse crecer es contradictorio, nunca las amarras dejaron cre-cer, el crecimiento en libertad está siempre unido al alivo absoluto de las cargas, o de lo contrario a la poderosa fuerza vital que irrumpe e instala el nudo del nuevo crecimiento.
Un Haiku para hacernos pensar, o simplemente para estimularnos a los juegos de análisis.
Curiosa y ocurrente entrada, aunque debo confesar que esas uñas me dan un poco de espanto, será porque en el fondo huyo, huyo de las amarras...

Inés González dijo...

Este texto tiene dos errores: "interrogate" quise decir interrogante, "alivo" alivio. Inés fijate en lo que escribís, por algo te metían la goma siempre en ortografía!Este viejo tema nunca tuvo solución matemática, En Fin.

JosepMª dijo...

Una recaida me desmoronó.
Después de operarme de un menisco, aparecieron problemas
en un ligamento de la rodilla.
Aún no sé si está roto
o podré recuperarme sin quirófano.
Quedé apático, por semanas.

Volver...
a mis lejanos ami@s.

Vaya entrada he escogido...
Las uñas largas me dan repelús.
En fin.

JosepMª dijo...

amig@s

Isolda Wagner dijo...

Tempero, a mí también me dan repelús,... en fin.
Me alegro muchísimo de que hayas entrado Josep Mª, nos tenías preocupados. No sé qué desearte si una operación o rehabilitación, principalmente porque no sé nada de esto, pero sea lo que sea, hay que poner empeño; el disgusto ya te lo has llevado, ahora sólo para arriba. Un petò.
Manuel, un beso gordo.