viernes, 24 de diciembre de 2010

Ventanal

Irhil M'Goun, desde un ventanal de la población de Boumalne (Marruecos).

Desde la nieve a mis ojos hay un rescate:
el frío como tiempo derretido.
Acomodado yo
como estoy
desde este ventanal
donde, por unos instantes,
no sospecho de la certidumbre
de la muerte.
Mido la nieve que fui, la paso
por el tamiz de lo que ahora soy,
nieve
castigada por el barro ahora.
Pero sobre esa que veo
no añado límites, tan sólo pureza.
Ella me logra, blanco impala de sangre.


Ventanales, tema del pianista Dorantes.
En el minuto 2'53'' hay un relevo/fusión del piano por el violonchelo donde el escuchar se convierte en ser lamido.

6 comentarios:

Angéline dijo...

Hay momentos en los que para ver sólo hay que cerrar los ojos. Y dejarse guiar por la sensación, abandonarse al sentimiento. Sin levantar diques, confiando, como quien se enfunda lentamente otra vida. La nieve se ablanda y difumina cuando se conmueve, borrando con suavidad las manchas que la deslucen para recuperar su blanco pureza y estar ahí de nuevo. Brillando al fondo de un ventanal, ofreciéndose a ser presente y pasado, con el brillo plateado que nos regalan siempre las segundas oportunidades. Celebro que te logre. Lógrate también. La canción, preciosa, como para abrazarse a ella camino de un sueño necesario. Un abrazo

Caminante dijo...

Impala, especie de gacela de África, que puede saltar hasta 8 metros.

Va de montañas ¡estupendo!

Y estupendos días te deseo.

Un cálido abrazo, en este día -ya noche- de frío: PAQUITA

Tempero dijo...

Ella me logra, blanco impala de sangre.

Sólo por ese verso ya me celebro, Dama. Y también me logré y no sólo por un instante.

La música que aquí viene es porque se ha logrado de alguna manera en quien me rodea.

Este es un blog vital e íntimo hasta rabiar. Todo en él se logra en el momento de la concepción.
La realidad que uno desea va por otros derroteros. A veces coincide.
Sólo a veces.

¿Segundas oportunidades?

Tempero dijo...

Paquita, cuanto me alegra que hayas rescatado ese salto del impala. Precisamente ese salto es la metáfora más atrayente que tomé para el poema. Un salto que siempre me inquietó en los documentales (en la realidad no lo he visto, ójala).
Ya sé que te gustan las montañas y sabes que a mí me privan. El Atlas es majestuoso, no tanto por la nieve como por su aridez y su color.
Gracias, Paquita, recibo sinceramente ese cálido abrazo.

paquita dijo...

Iba a dejar este comentario en tu última entrada pero no me dejó, tampoco la anterior, así las cosas, repito en esta.

Vine para comunicarte que hoy se publicó -estaba programado de tiempo ha-...

diciembre 28, 2010. Posesión de dones (II)... (+ Tempero)

Publicado por Tempero en lunes 28 de junio de 2010 tempero-koroneiki.blogspot.com/ (...)

... un poema precioso que te copié en su día.

En cuanto al del domingo 26...
Suena estupendo, pero me surge una duda
En la penúltima estrofa dices
(...) qué podrá la hacer la muerte
sin cavilar su espera.

¿No sobra el primer la?
Quedaría:
qué podrá hacer la muerte

Sin querer entrometerme... entrometiéndome. PAQUITA

Angéline dijo...

"Mido la nieve que fui, la paso
por el tamiz de lo que ahora soy,
nieve
castigada por el barro ahora"

Entre lo que se fue y lo que se es, siempre cabe una segunda oportunidad para re-visitar el pasado o re-afirmar el presente. Si lo he dicho, ha sido por el "ahora" de su frase "nieve castigada por el barro ahora". Un saludo, Tempero.