sábado, 3 de julio de 2010

Anillar a la paz de barro



Admito paz. No pregunto 'quién no'
por temor a obtener más de una respuesta.
Pero yo sí la admito, me adhiero a ella.
Paz, por ejemplo, anillada de barro
y de golondrinas que vendrán, paz
revuelta de insectos preparados
para hacer el boca a boca a unas crías,
paz de un cielo lleno de sables, sus alas
que saldrán a cortar lo único que no sangra:
aire.




Mientras leía el periódico el otro día en la casa del pueblo, en plena hora de la siesta, escuché un vibrar menudo justo sobre mi cabeza. La golondrina adulta entró con el pico lleno hacia el nido. Las crías callaron al instante.




Peace piece (Niño Josele, de su disco 'Paz', tributo a Bill Evans)