martes, 7 de diciembre de 2010

Hueco



Poema y susurro

Ayer, (te voy a llamar ahora amor, me apetece),
decía que ayer, amor, estuve delante de un hueco
un hueco que me pedía hablarte,
un hueco de ida y vuelta, transparente,
lleno de aire, un hueco para tenernos,
puse mi voz por los dos lados,
mientras te hablaba por el mío,
tú, improvisándote yo, me decías que se logra lo que nos duerme,
y yo, rápidamente, con la escucha tuya, amor,
ya patentándome el oído de gozo,
te decía lo furtiva que puede ser una cama,
y tú, siendo yo, sintiéndote violín desordenado,
fijabas la voz de nuevo en mi oído, paseándome,
y yo, sobre ti, aclamando tu entrada, insistiendo en el sueño,
la palabra, la palabra, te decía,
y tú, que en ti estaba, el silencio, el silencio, andarnos por encima,
y yo te hice caso, ya entendías el lenguaje de mis manos,
y tú, como si yo me acariciase, me trenzaste un grito,
y yo lo renové, renové ese grito, como punto de partida,
y tú, como si fueras yo, me dormiste yéndote.