lunes, 18 de julio de 2011

Hábitats

Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde del precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno.

J.D.Salinger, El guardián entre el centeno

( Del centeno )

Estuve entre el centeno,
entre sus cañas,
entre su vieja tradición de esconder
a quién a él se acerca,
pero no estuve como de niño,
en un círculo apropiado
que ya habíamos tramado de verde.
Pero sí hice eso que hacemos
al recordar,
descargar la memoria,
camuflarnos,
aunque sea un instante.

Hou, Anouar Brahem, de su disco Barzakh

3 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Cuánto me impresionó la novela de Salinger, leída en mi adolescencia. Hoy sus palabras se tornan simbólicas y las tuyas constituyen un nuevo hábitat.
Besos desde mi sur (centeno poco, aguacates, sí)

Tot Barcelona dijo...

Una imágen compleja, difícil...uno no puede estar siempre a la ayuda de los demás...a veces, hace falta que nos echen un cable....

Shandy dijo...

"En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo".

Algunas veces aparece un guardián entre el centeno. Creo que todos hemos tenido algunos que nos han ayudado a crecer. Al protagonista de Salinger le hubiera venido bien un "Guardián" como este:

http://www.youtube.com/watch?v=D8dZzxMBYow.

"Camuflarnos,
aunque sea un instante":

...unha rosa vermella prendeu no tamboril do peito. Tocaba a música compulsiva daquel tolo tamboril empreñando o corazón dunha arela descoñecida que só acougaba cando o Mingos me elexía coma compañeira e me collía da man para xogarmos as agachadas naquelas noites de verán cando os campos de maínzo xa ían madurecidos.
Shandy

La literatura es el compendio de todos los habitats,también para camuflarnos. Y más allá de un instante.