jueves, 21 de julio de 2011

Hábitats

BOOMERANG

La ventana se abre al paisaje lejano,
callado en la distancia,
y olvidas el murmullo que de cerca te cerca.

Estás allí, muy lejos, en el grato silencio...

Y la ventana miras,
en la distancia, muda...

Y te atrapa el murmullo
que cerca te cercaba.

Rosa Romojaro, Cuando los pájaros, Ed. Hiperión

( Del recuerdo)

Como ayer, cuando los pájaros,
entrando el delirio con forma de cielo.


Little bird, Marie Bonie, de su disco In the hand of the night

6 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Tampoco tenía idea de esta poesía...salut

Tempero dijo...

Miquel:

Una vez leí este poema:

Cuando los pájaros

Salut.

Shandy dijo...

Tempero,
(Los días se parecen a) los pájaros
—vienen y luego van— y siempre dejan una herida de luz.

Exquisitos los dos textos. Y la música de Marie bonie

Tempero dijo...

Shandy:

José Jiménez Lozano tiene un poema de su libro ELOGIOS Y CELEBRACIONES titulado 'Pájaro solitario'.
Dice así:

Cinco pájaros en l tejado.
Solitarios.
Luego dos, luego ninguno.
Hoy no hay meditación de pájaro
solitario en el tejado.
Sólo tejado solitario.


El regusto visual de un pájaro es insustituible.
Las heridas tienen unos fundamentos demasiado claros.

Ya sé donde está Chouzan.

Carmen dijo...

tengo el recuerdo de niña caminar mirando todo atentamente, como por una ventana sin cristal. En este paisaje las retamas estaban presentes

El primer cristal fue el del autobús, que pegado a mi nariz, me llevó del pueblo a la ciudad

Creo que nunca he dejado de mirar, a través de ventanas inexistentes, ventanas con cristal y pantallas de ordenador

Tempero dijo...

Carmen:

Mi primer autobús fue el que me llevaba a la escuela a partir de los 9 años.
No importaba tanto el cristal como montar en la parte delantera y observar como el conductor accionaba esa palancota junto al motor. El que se sentaba adelante era el rey.
Las retamas siempre estuvieron presentes en mi vida. De pequeño, si teníamos nudos en las manos, para quitárnoslos, teníamos que hacer el correspondiente nudo en una retama y rezar padrenuestros. No sé por qué misterio se nos quitaban. Hoy no rezo y no tengo nudos (verrugas) en las manos.

Yo también suelo mirar a través de ventanas indiscretas. Me gusta ser un voyeur, o si quieres un mirón de todo lo que sucede a mi alrededor.