martes, 24 de mayo de 2011

Entresijos

Cañonazo al cielo y venir con la luna
tomar con ella geranios desbocados
para llorar después
fusilando al olvido.

La piel me ladra piedras.

Clavo balcones para ver las ciudad
desde lo alto.

Las turbinas de la sangre embaten
a cielo, a tierra, a la enterrada vida.

Espero el azúcar, su insistencia, su noche,
su alcohol desproporcionado.

El cielo es entonces una forma de adiós,
insomnios permanentes de lo irremediable.



Donde habite el olvido, Enrique Morente, de disco 'Sueña la Alhambra'.