domingo, 8 de enero de 2012

Ex(citarse) 4
















La mayor parte de la poesía actual no emociona ni conmueve. Tan sólo intenta seducir mediante una colección de tonterías carentes de sentido poético. Y el raro sentido poético es el único que triunfa sobre el sentido común, que induce a la gente a no leer poesía, con sobrada razón, cuando en otras circunstancias, en la poesía debería estar el principio de la salvación de un pueblo. Porque, como expresa Elizabeth Browning, "el poeta es el que dice las cosas esenciales".

Julio Llinás, Querida Vida, Ediciones El sol de Ícaro.

Red love, de Tango Crash

5 comentarios:

Tomás Rivero dijo...

Bueno, pues sí. A parte de otro análisis social, como el paro, la hipoteca, el matrimonio, etc, causantes del raro sentido poético, puedo estar de acuerdo, con Julio Llinás.

Los poetas no "saben" ser poetas, o no "pueden" ser poetas, debido a la falta de condiciones que provoquen en ellos estímulos suficientes. Estos estímulos los genera la sociedad, donde a su vez debiera haber poetas que animan a esta sociedad, etc, etc.

El raro sentido poético, no es poesía. Lo que triunfa por tanto es un raro sentido´. Lo poético no está.

Aberazos.

ícaro dijo...

¿Qué debe hacer la poesía?
Debe coger de la mano a los niños que van al colegio por la mañana, alborotar el pelo de las chicas, criar hierbas, pájaros, animales, hacer pequeñas calles, casas, plazas, alegrar las montañas despobladas, guiar las caravanas, bajar a las orillas del mar, vagar por las calles, coleccionar insectos, coger de la mano a las hierbas que no han entrado en los libros, leer periódicos, ayudar a la viña de la amada, cultivar papiro egipcio, descifrar los escritos de Karnak, caminar a lo largo del Golfo Pérsico, tejer seda cruda verde, vivir en tiendas de fieltro, aprender la plusvalía, organizar el amor, hacer largos viajes al subconsciente, instalar su pabellón real en todas las regiones prohibidas, cultivar el sicomoro, tachar todo lo que es ajeno al hombre,
( después )
llevar en su grupa mares, flechas con la punta hecha de ciprés, alazanes, ríos, mujeres, caballeros celestes, flores del mal, pensar que es un inquieto, obstinado, maldito mortal,
( y después )
bajar de noche a las casas de los trabajadores, sentarse a la mesa con ellos, regalar rosas blancas a las mujeres, regar nuevos céspedes, bromear con Dios y la Muerte,
ir totalmente desnuda,
estar totalmente desnuda.



Río hermoso
Ilhan Berk
Traducido del turco por Mukadder Yaycioglu y Clara Janés.

Shandy dijo...

Tal vez no se trate tanto de buscar en la poesía actual, como de buscar en la poesía, que hay mucha y buena. Es cierto que la gente lee poca poesía, pero no porque no haya buenos poetas, sino porque le cuesta entrar ella, descubrirla.

Dice Caballero Bonald, en su última entrevista, que la poesía es hermética cuando lo que intenta expresar con la palabra también lo es. Y las cosas esenciales, aquello que no se ve, "las variables ocultas", son herméticas:

Afonda nas sombras da poesía
e descubrirás o abismo da luz.

Besos

Tempero dijo...

A los tres os contesto con un poema de John Keats. Un soneto para mejor decir. Me hace mucha gracia este soneto por esa concepción que tiene Keats del poeta un tanto mística, cuando el poeta, el buen poeta, caga y mea como los demás. Os dejo la traducción de Alejandro Valero:

El poeta

Durante la mañana, la tarde o por la noche
el poeta penetra en el aire encantado
llevando un talismán que llame a los espíritus
de plantas, cuevas, rocas y fuentes. A su vista
la vaina de las cosas se abre hasta su seno,
y todas las esencias secretas que hay allí
muestran los elementos de bondad y belleza,
haciéndola ver donde la Razón está a oscuras.
A veces, con las alas asombrosas, su espíritu
vuela sobre las cosas compactas y palpables
de esta esfera diurna, y con sus destinados
cielos realiza uniones prematuras y místicas,
hasta que esos contactos sobrehumanos emiten
una aureola visible en su mortal cabeza


Tal y como lo pone Keats pocos están llamados a ser poetas.
Manos a la obra, amig@s.

Shandy dijo...

Tempero, te cuento una anécdota.

Un amigo poeta me recibe en su casa, esperaba mi visita. Me cuenta que en cierta ocasión fue a visitar a la hija de un conocido filósofo
(no voy a decir su nombre)al que admiraba mucho. Cuando le abre la puerta, el filósofo, además de recibirle con gruñidos y un humor de perros, vestía una horrorosa bata de guatiné, que de puro vieja le habían salido "bolitas", calzaba unas zapatillas pantuflas y lucía una barba descuidada y piojosa.
Me dice mi amigo que "el áurea" de aquel hombre se le cayó a los pies.
Cuando acabó de contar la anécdota, yo me sonreía con los ojos, una mirada entre divertida, tierna e irónica que a el no le pasó desapercibida. En ese momento se miró. Tenía la barba de unos cuantos días, calzaba zapatillas, una vieja camiseta con "bujeritos" y una chaqueta de punto con "bolitas"... Ambos soltamos una carcajada y nos tomamos una copa de vino: por los poetas!

Keats tiene razón. El "Poeta" tiene "alas asombrosas", y puede ser inmortal. Pero una cosa es
el "Poeta" y su obra artística, y otra el ser humano y mortal,de carne y hueso.

Besos, mortal y poeta.