domingo, 19 de febrero de 2012

Decálogo del ciprés


El descenso inmaculado del grito a los portales mudos.

La custodia de todos los besos húmedos.

El olvido de aquellas oraciones desperdiciadas.

Dar al vals un entramado de piedra, si lo merece.

Si alguien lleva aún un fardo de vida, que descanse y ande.

Devolver a hierro cada uno de los puñales.

Al ojo que aún guarde una rama darle una urna de segundos.

Al barro y a la piedra mantenerlos como casa.

Al canto de un pájaro batirlo eternamente con el eco.

Sentar a la muerte y hablarle de tú a tú.




Urfa, de Ara Malikian, del disco Ínsula Poética.

2 comentarios:

JosepMª dijo...

Los cipreses
siempre van hacia arriba.
Sin volar,
alcanzar un cielo.

En las (antiguas) masías
tres cipreces erguidos
en el camino de acceso,
indicaban al caminante,
que allí encontraría
refugio,
aseo,
descanso
y alimento.

Los amos avaros avisaban
a los pobres,
con un solitario ciprés
en el camino,
para que pasaran de largo:
Allí no había caridad.

Cuando damos una vuelta
por estas comarcas,
y en algun viejo camino
del Priorat,
o de la Ribera,
veo la silueta
de tres cipreses juntos,
se me alegra el corazón,
todavía...

Tempero dijo...

Qué distintos esos tres hermosos cipreses que nos brindas, Josep, frente a estos otros descritos por Azorín en el capítulo 13, dedicado al Toboso en su 'La ruta de don Quijote':

Un silencio profundo reina en el llano; comienzan a aparecer a los lados del camino paredones derruidos. En lo hondo, a la derecha, se distingue una ermita ruinosa, negra, entre árboles escuálidos, negros, que salen por encima de largos tapiales caídos. Sentís que una intensa sensación de soledad y de abandono os va sobrecogiendo. Hay algo en las proximidades de este pueblo que parece como una condensación, como una síntesis de toda la tristeza de La Mancha.

Josep, el capítulo entero lo encuentras aquí:

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-ruta-de-don-quijote--0/html/001c1342-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html

P.D. Nunca me parecieron escuálidos los cipreses. Algo serios sí.

Un abrazo fuerte, amigo.