sábado, 5 de mayo de 2012

Lo de atrás


Aquellos cuerpos que hablan en clave de suelo, de tierra.


Un pastorcito, Canción  de Enrique Morente en interpretación del poema homónimo de San Juan de la Cruz





1. Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento,
y el pecho del amor muy lastimado.

2. No llora por haberle amor llagado,
que no le pena verse así afligido,
aunque en el corazón está herido;
mas llora por pensar que está olvidado.

3. Que sólo de pensar que está olvidado
de su bella pastora, con gran pena
se deja maltratar en tierra ajena,
el pecho del amor muy lastimado.

4. Y dice el pastorcito: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia
y no quiere gozar la mi presencia,
y el pecho por su amor muy lastimado!

5. Y a cabo de un gran rato se ha encumbrado
sobre un árbol, do abrió sus brazos bellos,
y muerto se ha quedado asido dellos,
el pecho del amor muy lastimado.

3 comentarios:

Shandy dijo...

La persistencia de la memoria, la penitencia de la nostalgia...

Demasiada pena la del pastorcito de San Juan. No supo convivir con el Clavo rosaliano, ni tampoco arrancárselo para sentir "soidades daquela pena".

Besos

América dijo...

Preciosa la imagen del espejo del retrovisor,inspiradora.
''Un pastorcito'',es conmovedora,por más que la escuche no pierde la impresión de profunda tristeza que me deja.

JosepMª dijo...

La foto es toda una declaración
de principios.
O de fin.
El pastor en el retrovisor
y sin colores.
Eso sí:
Los perros no nos abandonan.

La canción es preciosa
de puro sencilla.
Por quien la escribe
y por quien la canta.
Tema eterno.
Lamento de Amor.
Ahí caemos
santos
y pecadores...