martes, 20 de noviembre de 2012

Quietud


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En la oscuridad
te llamé
Todo era silencio y una brisa
que se llevaba la cortina

             Forugh Farrojzad






Por las calles de esta ciudad te sigo llamando.
Los coches arrojan la textura del ruido.
Pero sigue vivo ese rincón de tierra
que una vez inundamos con viento.



A Quietly Gathering Tragedy

3 comentarios:

JosepMª dijo...

Pronunciar un nombre
en la oscuridad.
(gritar su nombre)
Llamarle
por las calles.
Por los caminos.
Es un avatar de la soledad.
Es un dolor de difícil remedio.
Tal vez,
cuando hayas arrancado
muchas hojas
de calendarios...

La fotografía
de la amapola seca,
que deja entrever la cápsula
sedante,
me turba más que la
de la Lepiota Bruneoincarnata.

Tempero dijo...

Josep, acudes a mis textos como un verdadero especialista; paras, diseccionas, abres, miras, presientes, callas, escuchas, vuelves, miras por los lados por si hubiera algo. Y me comentas como si continuases el poema. Y lo haces desde una vitalidad llena de sosiego. Envidiable, amigo.

Te dejo estos versos de mi referente Miquel Martí y Pol:

Autoretrat als seixanta-set anys

El cap, feixuc, m'ha encorbat les espatlles
i m'ha enfonsat el pit. Discretament
–i és d'agrair– el ventre va adquirint
la rodonor que els manuals prescriuen.
Cames i mans ronsegen i protesten
i la veu fa vacances permanents
esporuguida pels recels i els dubtes.
Només els ulls mantenen una activa
funció de vigilància i subministren
detalls insòlits a l'imaginari
que és qui serva dempeus la baluerna.
I ara, en silenci, esperaré una noia
que sé que no vindrà i, a poc a poc,
se'm farà tard mentre amb els ulls tancats
m'enfonyo pou endins del gran misteri
de mi mateix i assajo vanament
d'interrogar la mort que sempre em ronda.


Las amapolas este año han sido la luz, Josep, la luz, un encuentro con la creación. Si no lo has hecho, paséate por el trabajo de Inés:

http://incisionesmultiples.blogspot.com.es/

Un abrazo, amigo.

Inés González dijo...

Estas Amapolas generan efectos contradictorios, entre ellos la turbación y la perturbación, como bien lo expresa Josep.
Esta en particular a mi me provoca alegría, está viva, rebosante y aún no ha perdido su color.
Ni bien la vi pensé en la falda al viento de Marilin Monroe, en esa imagen suya tan emblemática y conocida.
Por qué? pues no lo sé.
Cada uno con sus delirios, no?