domingo, 9 de diciembre de 2012

Barro

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Fiel a quien quiero,
miro,
escucho,
penetro.
Vuelo.


Ágúst, de Olafur Arnalds

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4 comentarios:

JosepMª dijo...

¡Qué sutil!
Manuel.

Un micropoema
(depurado)
de fidelidad.
(después de mirar
y escuchar)

Y una macrofotografía
de nidos de avispa.
(hechos de barro)

Triple lectura,
con la pausada
(casi mística)
música de Ólafur Arnalds.

Un abrazo,
alma grande.



Inés González dijo...

Para que volés mejor

http://youtu.be/m2PRoTr7hkg


Son preciosas estas crisálidas de arena...

Tempero dijo...

Triple o simple lectura, Josep, cierto es que hay tanto azar como intencionalidad a la hora de elegir esa foto que, nidos de un insecto son, no sé si de avispas. Cierto que constituye todo el conjunto una amalgama de melancolía: el vacío de los nidos, el silencioso crujir del piano (místico, qué bien lo defines, amigo, que clavas tu expresión siempre; ¿por qué me entiendes tan bien, Josep?, me pregunto siempre) y el recuerdo.
Amo el barro por ser la mejor protección en una casa. Sólo manos y pies para hacerlo. EN este caso de las vasijas, las bocas de los insectos.

Muchas gracias, alma sentida.

Tempero dijo...

Inés, Garbarek sabes que es uno de nuestros preferidos, y tuyo tu enamorado. ¿Cómo no volar por ese frío y por esos paisajes nórdicos?
Me he quedado con ganas de saber la historia de Grisilla que canta Agnes. Tiraré del hilo de esa cantante.

Gracias, Negra.