miércoles, 23 de enero de 2013

Con el tiempo todo se va




Estamos en Albanchez de Mágina. Es octubre, 19 de octubre de 2007 a la caída de la tarde. Subo hacia el castillo del pueblo. En el callejeo me encuentro a esta mujer de sano encanto. Quería fotografiarla, pero ella se me anticipó. 'Hazme una foto.' De entrada, sin contemplaciones. Eso quería Dolores Navidad. Ya tenía todo el camino allanado, pero me parecía excesivamente fácil aunque con tanto tronco entre los brazos no debí pensarme nada más que una pregunta:  ¿Y para que quiere una foto?
'Para ver, cuando pasen unos años, lo que era capaz de cargar.' Respuesta para guardar. Esas respuestas que impactan y que no esquivas. Y con la naturalidad con que se erigen.
Vernos años más tarde y dialogar a voz cerrada con nosotros.

Dolores estaba de obras. Su moteado blanco de pintura. '¿Y adónde le mando la foto?' 'Pues a esta calle.' 'Sí, sí, pero ¿cómo se llama?' 'Pues la del horno, aquí enfrente de mi calle había un horno.' 'Ya, pero ¿qué número?'
Dolores y su desafío ya está en papel, alimentando el tiempo.


Avec le temps,  de Leo Ferré



Léo Ferré

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
On oublie le visage et l’on oublie la voix.
Le coeur, quan ça bat plus,
c’est pas la peine d’aller chercher plus loin,
faut laisser faire et c’est très bien.

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
L’autre qu’on adorait,
qu’on cherchait sous la pluie,
l’autre qu’on devinait au détour d’un regard,
entre les lignes, entre les mots
et sous le fard d’un serment maquillé
qui s’en va faire sa nuit.
Avec le temps tout s’évanouit.

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
Même les plus chouettes souvenirs
ça t’as une de ces gueules.
A la Gal’rie j’farfouille
dans les rayons d’la mort,
le samedi soir
quand la tendresse s’en va toute seule.

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
L’autre à qui l’on croyait
pour un rhume, pour un rien,
l’autre à qui l’on donnait
du vent et des bijoux,
pour qui l’on eût vendu son âme
pour quelques sous,
devant quoi l’on s’traînait
comme traînent les chiens.
Avec le temps, va, tout va bien.

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
On oublie les passions et l’on oublie les voix
qui vous disaient tout bas
le mots des pauvres gens:
ne rentre pas trop tard,
surtout ne prends pas froid.

Avec le temps...
Avec le temps, va, tout s’en va.
Et l’on se sent blanchi
comme un cheval fourbu,
et l’on se sent glacé dans un lit de hasard,
et l’on se sent tout seul
peut-être mais peinard,
et l’on se sent floué par les années perdues.
Alors, vraiment,
avec le temps on n’aime plus.




Con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va.
Se me olvida tu cara, se me olvida tu voz
y el corazón no late más.
No tengo explicación,
la vida es así, no hay nada más.

Con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va.
El amor que adoramos,
el amor que intuimos en una mirada
y que adivinamos entre palabras bonitas
de un juramento que viene y se va.
Con el tiempo, todo se desvanece.

Con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va.
Los más bellos recuerdos
se vuelven amargos cuando busco
en el desván de los amores muertos
y en la noche, mientras la ternura se va.

Con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va,
el amor que robaba mis cinco sentidos,
el amor al que daba todos los caprichos,
mi alma por él yo la hubiera vendido,
me hubiera arrastrado como un pordiosero, como se arrastran los perros.
Con el tiempo, todo se olvida.

Con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va.
Se olvida el cariño, se olvidan las voces
y las palabras de gente que te quiere
y te dice bajito: no vuelvas tarde,
por favor, no cojas frío.

Y con el tiempo,
con el tiempo, ya, todo se va.
Y me siento cansada como un viejo caballo.
Y me siento con frío, en camita extraña,
y me siento muy sola, pero tranquila

7 comentarios:

Maite Jiménez dijo...

Me gusta muchísimo. Abrazos, Maite

Tempero dijo...

Y a mí, Maite.
Al final la carta le llegó.

Muchos abrazos, Manuel.

Tempero dijo...

Miremos fotos viejas, sus desarrollos me comen.
El tiempo es una orgía limitada, delimitada.

JosepMª dijo...

No necesita número.
Bienaventurados
los que no están numerados...

Me cae simpática,
Dolores,
la de la calle del Horno.

Yo soy Josep Mª de la Rossa.
(Josep Mª de la Rubia)
Por mi bisabuela.
Mi abuela simpre fué:
La tía Rossa.
Mi madre:
Teresa la Rossa.
Y, fíjate que
mi abuela, mi madre y yo
lucimos pelo castaño.
Cosas del pueblo...

Llevo días
fastidiado con el router.
Ayer,Laus Deo,
mi hijo vino a manipularlo.
Pero no lo vió muy solvente.
Habré de esperar unos días.
O va bien.
O cambio de aparato.
O cambio de compañía.

Eso dijo.
Yo no tengo ni pajolera idea.

Es jodido depender...

Tempero dijo...

Tiempo, incógnitas, modos de vivir, tecnología: amigo Josep: te dejo aquí un grandísimo poema que, espero, tu router sea capaz de digerir.

José Hierro:

ALUCINACIÓN SUBMARINA
Tal vez os cueste comprenderlo. Yo mismo,
en este mármol verde de oleaje glacial,
no lo comprendo bien del todo.
Quizá nadie jamás reciba este mensaje.
O, cuando lo reciba, no sepa interpretarlo.
Porque todo, allá arriba, habrá variado entonces
probablemente. (Aquí seguirá todo igual.)

Si entendieseis por qué viví…
Si sospechaseis cómo quise ser descifrado,
contagiar, vaciarme, a través de unas pálidas palabras
que daba vida el son más que el sentido…
Y cuando imaginaba que moriría, que enmudecería,
yo trataba de herir papeles con palabras,
poner allí palabras muertas, sin son y sin calor.
Era lo mismo que arrojar al mar una botella.
Quién sabe si el mensaje se perdería en alta mar,
se estrellaría contra los peñascos,
llegaría a una costa lejana, donde se hablaban otras lenguas…

Aquello era en la tierra. Aquí, en el mar,
no penséis que las cosas son distintas de aquéllas.
No lo creáis: bien lo sabían ellos, los japoneses.
Por eso nos hicieron esclavos hace mucho.
Los relativamente libres, vosotros, los de arriba,
sabéis cómo cayeron los hombres de las islas
sobre nosotros. Cuando el mundo fue estrecho para tantos
y fueron estrujadas las ubres de la tierra.

La cosa fue sencilla. Todo lo puede el hombre
con teorías, experiencias, instrumentos y números.
Sustituyeron los pulmones por branquias, y la sangre
por caudales helados, y la piel por escamas…
(No es más difícil que pensar la rueda,
que hacer saltar a voluntad la chispa,
que apresar vida, muerte y amor en cuatro letras
ordenadas sobre un papel…
dar a una llave y que se acerque la música remota,
o tantas cosas admirables
que se miden en años luz…)


Continúa...

Tempero dijo...

Alguien tenía que sacrificarse.
Después de todo, nos dejaron la vida (aunque distinta).
El mes en que las algas se aquietan en el fondo,
tras las resacas del otoño, después de la cosecha
de algas, vuestro alimento, celebramos la fiesta
hermosa de la libertad…

La esclavitud es Sísifo. Nosotros somos útiles.
Somos granero de la Humanidad.
Alimentamos a los seres, espantamos su hambre.
(Sonríen amarillos cuando visitan nuestras plantaciones.)
Somos felices, aunque todavía
quedamos muchos viejos (la vida es larga aquí),
y aún recordamos, y aún sabemos
cuándo es de noche arriba…
(Pocos conocen el significado
de esa luz tenue –luna, decíamos- que se abre
en el silencio negro, prodigiosa.
Y nos besamos cuando nos ilumina…)

Esto es lo malo; los recuerdos.
Los que nacimos allá arriba, recordamos.
Algunos aún soñamos y revivimos mitos
y fábulas. Las viejas damas, cuando llega la noche,
suben ligeras a la superficie
a hechizar marineros, a destrenzar para vosotros
canciones y prodigios, mientras los jóvenes sonríen.

Aún recordamos; es lo malo. Este mar, por ejemplo,
pero visto desde la playa.
Y los sonidos…los rumores…el prodigio de las nubes,
de matices, de flores…, los aromas aquellos…
Y, sobre todo, tanta vida nuestra
que les dio belleza y sentido…

A veces nos decimos si no estaremos engañados.
<> Es posible.
Nos lo dicen los jóvenes cuando les relatamos
historias que no entienden…
Todo tiempo pasado
era la juventud, y eso sí era mejor.
La juventud es un diamante en medio del camino.
Hasta llegar a ella, nada miramos sino a ella.
Cuando la rebasamos –porque el fin nos reclama
y es imposible detenerse-,
es ya pasado. Y nada vemos. Y sólo recordamos
el instante, el relámpago, en qué camino y juventud coincidieron.

Tal vez ahora nos deslumbre
no el sol, sino el diamante bajo el sol,
tal vez…
Un día dije a los jóvenes: <>
Volví con la emoción y la inquietud de los retornos,
como una ruina que visita a un ser viviente.
<>, dije.

…Cómo olvidé que el sol nos abrasa los ojos,
hecho a la luz tenue de las profundidades.
Y nos ahogábamos –ya somos criaturas marinas.
Cómo olvidé, cómo pude olvidar
el trueno de la voz, el bramido, el estrépito
del viento entre las copas de los árboles…
Cómo olvidé que nuestro paso, nuestros movimientos
eran mecánicos y torpes… (Aquí en el mar es todo
deslizamiento, suavidad, armonía…)
Sufrí cuando los vi reír entre jadeos,
entre toses y ahogos a los jóvenes…
Cómo pude quemar mi recuerdo, empañar
la luz de mi diamante… Cómo no supe a tiempo
que al volver a la superficie
lo destruía todo y me quedaba
sin mar, tierra, ni cielo, pobre superviviente
de la nostalgia y de la decepción…

Anónimo dijo...

Parece una persona entrañable.
La percepción del tiempo depende de los ojos que lo perciba. Me gusta que la frase "Dolores y su desafío ya está en papel, alimentando el tiempo." A eso nos dedicamos queremos o no, a alimentar el tiempo, a rellenar huecos de espacio, a vaciar el olvido y llenar el recuerdo.
Leo Ferre, clara como el agua.
Un saludo flamenco, a seguir.