miércoles, 4 de septiembre de 2013

El grito

.



Miren EL GRITO de E. Munch.
Acabo de hacer esa asociación de mi fotografía con el cuadro del pintor noruego.
Se trata de la figura emitida en el tronco de una encina muerta y descortezada.
Esa encina murió probablemente por la sequía de los años precedentes.

Lo que significa el grito, el vacío de tanta voz...


Descanso a mi cuerpo (Seguirilla), DIEGO CLAVEL de su disco LA RAÍZ DEL GRITO

Descanso a mi cuerpo
yo no le voy a dar
hasta que llegue
la horita en que pueda
decir la verdad

Las doce ya han dado
en Santa Lucía
loco me tiene
sin saber lo que paso
donde andara metida
las doce ya han dado
en Santa Lucía

Dios te castigó
porque tu has sido
la causita mas grande
de mi perdición

.

7 comentarios:

Inés González dijo...

Más que El Grito de Munch, me remite a La Cabellera de Berenice.....aunque esta vieja y seca encina nada tenga que ver con la obra de Anselm Kiefer, soy yo la que he visto en ella el cabello de Berenice.
Es preciosa!me recuerda un poco también a la Morruda, esos retorcimientos...

JosepMª dijo...

Muchas veces,
la Naturaleza,
supera al Arte.

Pero el Arte nos eleva
sobre nuestros límites
naturales.
Somos animales
(racionales)

El Grito de Munch es obsesivo.
El Grito de Montserrat(*)
de Julio González
es dolor
por una maldita guerra
(nuestra)

El Mundo grita.
Nuestros pueblos (hermanos) gritan.
_el vacío de tanta voz_
Los políticos están sordos.
Ven el mundo
a través de sus colores
y de sus cuentas en Suiza
y otros (numerosos) paraísos.

_¿No ha de haber
un espíritu valiente?_

La seguiriya, una hermosura.
¡Qué punteo!
Y esa voz rasgada...

(*)
http://www.flickr.com/photos/jorapa/3792086666/sizes/z/in/photostream/

Continuará...

Marga dijo...

Desde luego no va muy desencaminada la asociación visual...

Las formas que se dibujan en los troncos son hipnotizantes a veces, verdad?

Un saludo!

Tempero dijo...

En otra encina capte una cabellera más clara pero sin rostro. Se que tienes unos ojos llenos de pupilas asociativas, Inés.

Por cierto, mira esta obre de Anselm Kiefer:

http://cacmalaga.org/?p=3449

(Y yo no soy un copiota con la silla de anea.)

Besos retorcidos.

Tempero dijo...

¿No ha de haber
un espíritu valiente?


Imagino que te refieres, Josep, a un espíritu plural. Condiciones y medios hay para cambiar rumbos y no derramar apenas sangre, porque, ¡mira si llevamos sangre!

Ahora ya ves qué circo se tienen montado sobre Siria las grandes potencias. ¿Y los gritos de la población civil; y sus idas y venidas para conseguir algo de comida? ¿Quién los oye?
Tengo menos edad que tú y creo, como dijiste en el blog amigo, que miramos un mismo horizonte.
Eso ya es un consuelo.

To be continued...

Sí, otras obras de esas encinas secas vendrán aquí a revelarnos arte.

Un abrazo.

Tempero dijo...

Sí lo son, Marga. A mí cualquier materia muerta me hipnotiza sea vegetal o animal.
En este caso de la encina, en plenas lagunas de Ruidera, me tuvo revolcado una hasta conseguir las tomas más estimulantes.

Saludos.

Inés González dijo...

Es impresionante esta obra del alemán Tempero! Me rindo ante Kiefer, es sin lugar a dudas uno de los más grandes, sin trampas, sin manierismos, con discurso sólido y un hacer, bueno, ya quisiéramos tener esa factoría para trabajar y trabajar sin descanso.
Conocía esta obra, pero me gusta volver a ella, siempre.
gracias ( a Kiefer sí le podés copiar, quién no? si hasta un famoso español que nunca reconoció la influencia se hartó de intentar dar la pincelada brutal?)