lunes, 12 de febrero de 2018

Percutir I

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Sales, Encina, a mi encuentro.
Antes de yo verte, me ves.
Lo que te rodea invita, me invade,
conversa en idiomas varios,
rayanos a soledad, a gozo,
que yo tomo por trizteza,
melancolía. ¿Cuándo tendré
yo una corneja por verdadero 
intérprete del amor?

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4 comentarios:

Fackel dijo...


Qué bonita poesía esta tuya.

Por si te interesan las cornejas, te paso una entrada de mi serie Bosníaca.

https://laantorchadekraus.blogspot.com.es/2017/04/bosniaca-la-corneja.html

Saludo y estímulo.

Tempero dijo...

El mundo de los córvidos me parece muy interesante.

En un hermoso y recomendable libro 'EL LEOPARDO DE LAS NIEVES' de Peter Matthiessen, dicen ésto en un momento :

«Dondequiera que vayas, antes o después aparece algún córvido —señala GS— y de todos los córvidos el que más me gusta es el cuervo. En Alaska, a 40 grados bajo cero, no hay señales de vida, ¡si exceptuamos un cuervo!».

La chova o corneja siempre ha tenido más relevancia en nuestra Castilla que el astuto cuervo que casi no hay (está el grajo, que es otro de astucia secular).

Recibido saludo y estímulo.

Fackel dijo...

Que el córvido te empuje a seguir publicando entradas, hermano.

Tempero dijo...

El cuervo, Fackel, es uno de mis más insignes animales. No hay nada más que observarlos.
Estoy en proceso de reiniciado. Seguiré publicando.
Gracias por valorar.