viernes, 19 de febrero de 2010
A rebato
Partitura particular de escucha de la soleá:
Una percusión arenosa levísima da paso al reconocible acorde de la soleá.
Cuatro primeros versos que El Guadiana ejecuta con suavidad en el primer tercio.
Casi enlazado el segundo, sin falsetas de guitarra, El Guadiana se arranca voz para contarnos una muerte que se hizo.
Rayando el minuto 2' entra de refilón el violín de Bernardo Parrilla. Violín aspero y ondulante. Paso al último tercio donde la soleá entra en un terreno más aireado y libre. Concluye el violín lo que comenzó la arena suave de la percusión.
El viento recorre los recodos del silencio, las campanas no paran de sonar.
El Guadiana
Que toquen a rebato
las campanas del olvido
venid a apagar este fuego
que esta gitana ha encendido.
En la Habana hice una muerte,
la Puebla me sentenció,
la Habana dice que muera,
la Puebla dice que no.
Quisiera darte un beso de amor
y entregarte yo mi grandeza
ay, no puedo, ay no puedo,
el querer, lo que yo no quiero,
no puedo engañarte, no puedo amarte,
ay, le gritaré al viento.
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