De nuestra navaja
Que un cúmulo de verbos nos lleve al despiece,
al vestido lanceolado de la carne, beber,
te he dicho que llevas el cuello
lleno de fugas, a mi vista, cortar,
como tu mano me brinda, cerca de la ingle,
la boca como punto de partida, fruición,
lengua como fricción sápida, bajo silencio,
bajo el juramento erecto de la brasa,
hiéreme, a punta de navaja,
sangrar,
el verbo más preciso de quienes aman.