martes, 21 de junio de 2011

Hábitats

Unos ojos
Ojos cerrados
al sol.
Nunca
he podido
hablar con
los ojos cerrados.
En los párpados
la incandescencia
del mundo.

Miguel Ángel Curiel de su poemario Los sumergidos, Almud Ediciones de Castilla la Mancha.



( Del verano )
Nadie guarda fuego sino yo.
El silencio es una voz ambulante,
se cerciora de la brasa,
de su ojos cambiantes,
del clavo largo
hendido
en la madera.
Todo está maltrecho,
pero intacto.
Y yo sé porqué:
por la codicia del fuego.



El título de esta canción es Angélico.