martes, 13 de julio de 2010

Un hombre sabio a través de un cepellón de hierba


¿Se acuerdan que ya mencioné a Ubaldo Barrero Rojo en este cuaderno?
Fue en la entrada de 'Pulsos y electrocardiogramas'. Pues ése es, el que está tumbado sobre los rastrojos y al que su perro negro mira. Fue el verano pasado, a mediodía.

Ubaldo es pastor. Aún le quedan tres años para jubilarse. Sus ovejas estaban a cuatrocientos metros. Bajo control.


Ubaldo para mí es un hombre sabio. Un hombre que tiene incrustado el campo de tanto trabajar y permanecer en él. Sabio al modo de como Antonio Muñoz Molina explicaba en un artículo dedicado a Henri Rousseau:

"Y cuando digo sabios no quiero decir eruditos, aunque algunos lo son o lo eran, sino gente que hace extraordinariamente algo, un arte o un oficio, que domina un campo del saber. " (Recomiendo el artículo entero, pinchando en el enlace).


Esta es la fuente de la Manzana, situada en el término municipal de Martín Muñoz de las Posadas, Segovia. Fuente que no se seca. Fuente en medio de un páramo seco.

Se habilitaron en esa fuente unos canales escalonados para que bebieran en ellos las ovejas. Actualmente estos canales están medio cegados. Algunos, como el de la siguiente foto, mellados. Eso provoca que se salga abundante agua y crezca mucha maleza. Antes se mantenía todo limpio, ahora las ovejas beben en las naves donde se recogen al terminar el careo.

Y ved lo extraordinario que hizo este hombre sabio en el canal para evitar que se derramase bastante agua al inicio de la fuente: colocó un parche natural de un pequeño cepellón de hierba que enraizó allí mismo, en la mella. El agua ahora continua hacia los canales de abajo, aunque cegados por la vegetación y el abanadono. Y aun así, es posible refrescarse y bien beber. No hay otra fuente en unos cuantos kilómetros a la redonda.



Y queden estos archivos musicales de diverso calado. Disfrutadlos, tenéis todo el verano por delante. Nos vemos pasadas ls calores. Bebed todo lo posible. Cuidaros.






Tendremos Que Esperar (Xoel-DELUXE)

Hoy he vuelto al manantial
de las aguas prohibidas,
ya no me importa mojarme,
ya no me importa mojarme.

Y aún es pronto para ver
si fue un sueño pasajero,
si lo echaremos de menos,
si lo echaremos de menos.

Tendremos que esperar
y curarnos las heridas,
que no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar.

Tendremos que esperar.

De nada sirve el manual
de vidas infinitas,
que no quiero equivocarme,
ya no quiero equivocarme.

Y aún muy lejos para ver
si fue un sueño pasajero,
si lo echaremos de menos,
si lo echaremos de menos.

Tendremos que esperar
y curarnos las heridas,
que no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar.

Tendremos que esperar
las palabras más bonitas,
que no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar.

Tendremos que esperar.

Tendremos que esperar
y curarnos las heridas,
que no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar,

Tendremos que esperar
las palabras más bonitas,
que no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar.

Ya no quiero tropezar,
ay, no quiero tropezar.

Tendremos que esperar.





Fandangos de Manuel Torre (Cantados por Mijita Hijo, a la guitarra Perico 'El del Lunar')

Contagiosa, y a mí me han dicho
los grandes doctores
que tu enfermedad era contagiosa
y mira si yo a ti te quiero
que el agua que a ti te sobra, mujer,
yo con ansia me la bebo.


Aunque el dinero te arrolle
no desprecies al infeliz
yo he visto un rico vestir
con los deshechos de un pobre
y de puerta en puerta pedir.


Corriendo se me aparó
antes de llegar a tu puerta
mi caballo se aparó
parece que comprendía
que me ibas hacer traición
y volverse pa´atrá quería.





Rumba interpretada por Pedro Ricardo Miño al piano (Del disco 'Contrastes' de Gualberto/Ricardo Miño).

Niña no venga a pegar a la fuente
que el agua no tiene culpa
que se enamore la gente.





Mohana (Totó la Momposina)

Mojana, Moana, Moana
Espíritu del agua
espíritu burlón.
Tengo que abrirte
mi corazón.

Envuélvela
con la tarraya
púyale los ojos
donde ella vaya
p'que nunca más
se olvide de mí
p'que yo no tenga
más que sufrir,
porque yo soy un negro,
Moana,
cadenas en el cuerpo
y en el alma,
y sin embargo tengo ritmo
aquí en mi corazón
y el mundo se vuelve loco
cuando toco mi tambor.