




19 de enero de 2012: Jesús Guerrero tocaba en la facultad de Bellas Artes en el ciclo de la AIE (Artistas-Intérpretes o Ejecutantes). Lo hizo acompañado por un soberbio percusionista cubano llamado Jorge Emilio Pérez y de su novia al baile, Ana Francisca Morales.
Pero de este concierto me interesan las manos del artista: su lenguaje, sus posturas.
Hace muchos años dieron los Guerrilleros de Cristo Rey una paliza a Paco de Lucía por unas declaraciones que nada tenían que ver con política.
Declaró que 'El sólo entendía de música. La mano izquierda piensa y la derecha ejecuta'.
Si el guitarrista fuera zurdo se invertiría ejecución y pensamiento en las manos.
Pues ahí radica la belleza, en el prodigio de las manos.
Escúchenlo AQUÍ.