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Pocas veces te veo como lo hago ahora: desde las tripas de nuestra balanza. Ahora no te digo que me digas, soy yo el que te digo, el que ha soltado lastre, el que sigue bebiendo vino, el que arropa con el tomillo que le sobra al campo, el que baila sin querer. El que se baña en aire, el que dilapida su lengua en besarte, el que da una balada a una habitación sin amueblar, sólos, allí, tú y yo. Mientras, la primavera, se entretiene tejiendo alas en los nidos.
Please tell me now, Perico Sambeat de su disco BALADAS
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3 comentarios:
Hoy, mi comentario, está de más.
Pero, me atrevo:
(La foto es magnífica)
Tu texto conmociona.
Lo tuyo no es melancolía,
amigo.
Esto que escribes
se llama Amor.
La que se ve tras la balanza,
es Ella.
¿Sí?
Mis mejores deseos para ambos.
Y
dilapidad,
dilapidad,
que el tiempo perdido
es un tesoro
irrecuperable.
La Balada de Perico,
complementaria.
Adoro el saxo.
Y el piano,
no te digo...
PS.
Arroparse con tomillo,
ha de ser la hostia.
Lo intentaré.
Uauuu!
20 kilos y cien gramos.
Josep, el tomillo ahora está en flor.
Las fotografías con reflejos son fascinantes, esta en particular es muy bella, será por ese rectángulo de luz en el punto exacto, en el centro mismo del campo visual. Luz disgregada, al igual que la imagen que nos revela y se presiente.
Una mujer en un acto femenino cotidiano, se atiza el pelo en soledad.
Remite a las embriagadoras imágenes de Hooper, esos escenarios cundidos de soledad.
Las amorosas palabras redondean de manera rica y delicada esta hermosa entrada.
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