Siempre hay algo que cruje, algo que empuja, algo que precisa ser observado. La sensación de que alguien alberga algo, o de que algo siempre alberga alguna cosa.
jueves, 2 de enero de 2014
La tinta y sus ansia VIII
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Reza la mariposa a su manera y al dios que más se bifurca.
La tinta con la que te escribo son electrones corriendo por minerales. La mariposa que lleva el mensaje son ondas atravesando paredes. Tiempo hacía que por aquí no venía, o no tanto, simplemente silencio ante la poesía.
Negra, mariposa negra. Siempre que fina sos. Cubicas la entrada para, en un fogonazo, surtir un encuentro que tenés en la memoria y ajustarlo. Hermosa esa canción de Zitarrosa; ya no hay cantautores así de sencillos y de buenos.
Te dejo estos cuatro versos de un poema titulado EL SUR de José Ramón Ripoll:
Devuelve el corazón la llaga al mar de siempre donde cada crepúsculo es la luz de mi tiempo y el paso de los años la sal contra la roca que los recuerdos tornan en golpes de palabras.
El poema sigue pero con esos 4 versos queda surtida la mariposa negra.
Ignoramos el dulce aroma de la flor del níspero, dices en tu hermosa y punzante última entrada, Alcaudoncillo. Ni tú ni yo lo ignoramos. Yo, que lo sepas, abro la puerta de mi casa y me topo con un níspero grande y me digo que cómo puede florecer en invierno. Pero es así y luego, cuando como alguno de sus nísperos en su punto me digo: gracias por florecer en invierno.
Muchos pasan delante de sus narices y no los ven. Probablemente los hombres se estén volviendo como tú dices: bonitos por fuera y homogeneizados, como los tomates de invernadero.
6 comentarios:
Mariposa Negra
http://youtu.be/ic5QhJpNB7Y
La tinta con la que te escribo son electrones corriendo por minerales.
La mariposa que lleva el mensaje son ondas atravesando paredes.
Tiempo hacía que por aquí no venía, o no tanto, simplemente silencio ante la poesía.
Un abrazo.
Todos los días entro, aunque no te deje comentario alguno. Estoy fascinada por la belleza que traes a tu casa. Gracias.
Negra, mariposa negra. Siempre que fina sos. Cubicas la entrada para, en un fogonazo, surtir un encuentro que tenés en la memoria y ajustarlo.
Hermosa esa canción de Zitarrosa; ya no hay cantautores así de sencillos y de buenos.
Te dejo estos cuatro versos de un poema titulado EL SUR de José Ramón Ripoll:
Devuelve el corazón la llaga al mar de siempre
donde cada crepúsculo es la luz de mi tiempo
y el paso de los años la sal contra la roca
que los recuerdos tornan en golpes de palabras.
El poema sigue pero con esos 4 versos queda surtida la mariposa negra.
Un beso muy fuerte.
Ignoramos el dulce aroma de la flor del níspero, dices en tu hermosa y punzante última entrada, Alcaudoncillo. Ni tú ni yo lo ignoramos. Yo, que lo sepas, abro la puerta de mi casa y me topo con un níspero grande y me digo que cómo puede florecer en invierno. Pero es así y luego, cuando como alguno de sus nísperos en su punto me digo: gracias por florecer en invierno.
Muchos pasan delante de sus narices y no los ven. Probablemente los hombres se estén volviendo como tú dices: bonitos por fuera y homogeneizados, como los tomates de invernadero.
Un abrazo y nos vemos.
Gracias por entrar, Sol.
Qué pocas veces nos fascinamos en la vida; yo al menos.
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