.
He salido a favor de ti, pan,
pronunciando tu sóla sílaba,
para que vengas.
Sostengo el cielo y así
tu voz no se dañe,
no medite un naufragio.
Un oryx a lo lejos
lleva prendido
el bucle de lana
donde tú y yo
nos agotamos.
Nuestro pan,
a la salida del túnel,
donde yo lo recojo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario