grabaré mi postura en lo sucesivo.
Moverme será la cuestión
o
llegar al movimiento cero
adonde los ojos cerquen
toda posibilidad del suelo.
Siempre hay algo que cruje, algo que empuja, algo que precisa ser observado. La sensación de que alguien alberga algo, o de que algo siempre alberga alguna cosa.
5 comentarios:
Sólo quiero decir que sigo embelesado con estas entradas tuyas, que sigo en silencio, porque me parece el mejor modo de seguir, toda esta catarata de versos.
Creo que leer lo que escribes es caer hacia adentro, una caída irregular, de distintas velocidades y ritmos. Me gusta, estuve leyendo largo y tendido y juzgo necesario quedarme quieta un rato, muda un rato, porque comentar me haría separarme un poco de lo que percibí para poder escribirlo, y no quiero hacerlo. Un saludo.
Amando: ya quisiera yo que mi (tu estimada) catarata de versos se pareciera, en lo mínimo, al Chorro Grande de La Granja.
Mucha gente se instruye en el silencio. Yo por ejemplo.
Estuve en Segovia a finales de enero, cuando nevó, y me dio un gran sensación de silencio triste. Será que la he perdido el punto.
Gracias Amando.
Susan:
leer lo que escribes es caer hacia adentro, una caída irregular, de distintas velocidades y ritmos.
y juzgo necesario quedarme quieta un rato, muda un rato
¿Te has parado a pensar que esto es un buen comentario?
¿Y te has parado a pensar si el que cae no sólo es el que lee tanto como el que escribe?
Manuel, creo que estás en esas coordenadas de intimidad y en el aire. Consigue el equilibrio y regálanos más versos.
Besos hasta ese punto.
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