La memoria de un árbol braceando en su corteza. Utilizar la palabra fortuna para evocarlo. Sé que está, sé que no pende de un hilo, sé que se sabe de memoria sus años. Yo fui un mero visitante, uno más. El no es un árbol más. Es, ante todo, incremento de vida.
lunes, 9 de mayo de 2011
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2 comentarios:
Precioso..
Algún día iré yo a conocer ese árbol en-Tula-do, y de paso aprovechar y ver las obras y casa taller del gran artista mexicano Francisco Toledo.
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