sábado, 2 de julio de 2011
Palabras a salto de mata: intravenoso
Mi amiga Inés tiene hecho un pacto con el lenguaje. Me río siempre que abre la boca para describir lo que mira. Simplemente -y mira que se lo he dicho veces- tiene una agudeza literaria y asociativa tremenda. Mientras nos fumábamos un cigarro en una placita cercana a la calle de la Montera salió esa pareja. Sin dudar un segundo me dijo: 'Mirá Manuel ese pantalón intravenoso de la niña'. Dio en el clavo. Reí.
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8 comentarios:
jejeje¡¡¡ vaya con tu amiga. el mio es intradiposo ¡¡¡¡
Ay niño! poner las chorradas que digo es demasiado, y encima en una entrada que sale publicada en la Interpol Internacional me ruboriza.
Pero lo de las asociaciones visuales con el lenguaje no es patrimonio mio, en general los argentinos tenemos esa chispa sin anestesia y sin pudor, será una forma de mirar la vida, entre acidez, suspicacia y buen humor.
Che pibe y vos qué pantalón calzás? intravenoso o intradiposo como dice El Miquel?
Qué buen adjetivo. Me lo apropio, porque está lleno de pantalones intravenosos y de los intradiposos, ni os cuento. Digo yo, los que viven intramuros, están en facebook?
Besos para los tres, llenos de sonrisas.
Juas, juas...La Tongolele tiene infarrojos en la mirada y en la boca. Y la moza de la foto tiene unas medialunas -o lunas llenas?- estupendas.
Miqel:
Edipo no usaba pantalones y, además, era agilísimo.
Inés:
Calzo un 26 desde hace meses, un número que más bien tira a pequeño pero muy nutrido. Usted averigües si es chico o excede.
Isolda:
Prefiero 'La mirada intramuros' de Antonio Porpetta a facebook.
Sirva este poema con todo mi alma ornitológica. Los pájaros tampoco calzan pantalones:
PÁJAROS
(Aquella mañana no vinieron pájaros a la casa)
¿Dónde estarán los pájaros?
¿Dónde la plata viva de sus voces?
¿Dónde la geometría de sus vuelos
sobre esas tejas pardas
que me cubren, me ocultan, me refugian?
Llegaban cada día pregonando el orgullo
de la noche vencida
trayéndome el futuro entre sus alas,
la sonrisa en sus picos de marfil,
la esperanza en la inmensa
levedad de sus ojos…
¿Dónde estarán los pájaros?
¿Hacia qué extraños nortes emigraron?
¿Qué bosques, qué fronteras,
qué remotos destinos eligieron?
¿A quién dedicarán ahora
la victoria infinita de sus huellas de aire?
Esta dolida ausencia que me envuelve
no sé si es un presagio
o tan sólo una pausa, o quizás
una renunciación definitiva.
Necesito que vuelvan esos pájaros,
que me anuncien la luz,
que me ofrezcan de nuevo
su amistoso clamor,
su liviandad serena y fugitiva…
Si no regresan nunca,
nada será lo mismo en esta casa:
el silencio, un atroz infortunio,
el viento, una cuestión meteorológica,
la soledad, el frío, sólo el frío.
Hoy más que nunca, digo
sabiendo lo que digo:
mi vida en esos pájaros, mi vida
en su entrega cercana,
en su verdad sin límites,
en la azul dignidad de sus mañanas...
Mi vida en esos pájaros, creedlo.
Creedlo, mi vida en los pájaros.
Shandy:
Hace ya más de un año que me descubriste a la Tongolele y a su forma de bailar en aquella hermosa entrada sobre José Emilio Pacheco.
http://sinpermisodetucaranilicenciadeustedes.blogspot.com/2010/06/como-dijiste-que-se-llamaba-tu-mama.html
¡Cómo me gusta este poeta!
Dice en un minimísimo poema Pacheco:
Avidez
"Esta frágil belleza no durará",
Dice la tierra seca a la gota de agua.
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