.
Oasis en el instante
Si venís a buscarme
estaré más allá de la tierranada.
Más allá de la tierranada hay un lugar.
Más allá de la tierranada las venas del aire
están llenas de vilanos mensajeros que nos traen noticias
de una flor recién abierta en el arbusto del extremo confín de la tierra.
En la arena hay dibujos de cascos de caballos,
de sutiles jinetes que al alba se dirigieron hacia
las alturas ebrias de la asunción de la amapola.
Más allá de esa tierranada, el guardasol del deseo permanece abierto:
Y cuando la brisa de la sed corre por el fondo de una hoja
se oyen las campanas de la lluvia.
Aquí el hombre está solo
y en su soledad
la sombra de un olmo se extiende hasta la eternidad.
Si venís a buscarme,
venid, pues, lenta y suavemente
para que no se raye
la porcelana de mi soledad.
Sohrab Seperí (Traducción de Clara Janés)
Si vienes a buscarme
asegúrate de aglutinar
color y ramas,
saliva y trigo.
.
6 comentarios:
Sepehrí es sin lugar a dudas uno de los mayores poetas persas contemporáneos, y este poema que has elegido uno de los más bellos.
A este poeta y pintor del desierto se vuelve una y otra vez sin agotamientos. Toda su fantasía y ese contacto místico con la naturaleza nos llena de esplendor, de amor a la vida y a la belleza.
Los ojos del jilguero arrancan lágrimas, pareciera que en su estar así, cargado de una muerte inocente descansa todo lo sublime.
Preciosa entrada Tempero!
Qué penita, el jilguero.
:(
He estado en la tierranada.
Recién vuelvo.
Aunque sólo sea
para leer palabras de amigo.
Se me ha muerto otro,
de los pocos que me quedaban.
Ha sido terrible.
Tanto sufrimiento.
Quimioterapia implacable
e inútil.
No tenía fuerzas ni para hablar.
Llevo semanas sin abrir el correo.
Pero aún estoy vivo.
Y no quiero perder
los amigos
que me quedan.
Escribo sus nombres
en la arena.
Inés, estos días Sepehrí es nuestro vínculo.Poeta sereno y necesario:
La vida no está vacía:
existen la ternura, la manzana y la fe.
¡Sí!
mientras las amapolas permanezcan hay que vivir.
Tesa, cuando iba a mi pueblo hace días una bandada de jilgueros salió de una valla en la que estaban posados. Algunos se estamparón en el frontal del coche. Cogí uno de ellos y lo dejé en un nido que hacía tiempo lo encontré en el suelo caído. Allí se irá consumiendo el jilguero.
Sí, pobre jilguero, mayor es su canto que mi voz.
Un beso, leona.
que le pasará a Josep?
no se nos habrá muerto?
se ha perdido.... Inés González (08.11.13)
No creas que no me tiene a mí preocupado.
ya le mandé un correo personal para indicarle un documental que quería que viese: ni flores desde hace un mes.
Algún día voy y le llamo por teléfono.
Un beso. Manuel Rubio (08.11.13)
Estos breves correos nos intercambiamos ayer Inés y yo, Josep. Como si te hubiésemos convocado. Mentira eso de que nadie es imprescidible. Tú si lo eres para nosotros, para nuestra simbiosis.
Te paso esos versos que le dejé en respuesta a Inés.
Ya sabes como tienes la puerta.
Un abrazo.
Publicar un comentario