domingo, 22 de noviembre de 2009
Casa vacía
Quienes tapian las entradas de la planta baja de una casa vacía olvidan el rumor excesivo que desagua por las plantas superiores. ¿Qué digo? Ya sé, mi nostalgia, mi melancolía, mis alumbramientos auditivos, mi más oír cuando estoy ante el vacío.
Uno de esos libros que uno lee y que no te atoran por su ineficacia literaria porque si no los abandonaría es el que os presento hoy: 'La cima vieja' de Ricardo Defarges. A los 75 años ha escrito poemas como éste que a continuación os dejo. En él la nostalgia esta presente, también la pureza y el despojamiento quedando, lo esencial:
Todavía el amor
¿Cómo es posible amar en la casa vacía?
Has venido de lejos y de cerca,
habitas cerca y lejos.
Amo, mas no deseo,
deseo sin amarte.
Eres indispensable, imprescindible.
Y mis labios, tan fríos como ardientes,
te poseen en aguda nostalgia,
en soledad definitiva.
Creo que esta Farruca de Pedro Sierra es un gozo.
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16 comentarios:
Wauuuuuuuu, tremenda esta esencia que me dejas esta noche.
Sólo es posible amar en la contradicción de los oxímoron:
lejnía cercana;
cálida fríaldad;
posesión nostálgica.
Quizás en el fondo sea que la casa vacía no tiene otr0 modo de habitarse.
Precioso poema con el fondo de una magnifica foto.
Abrazos.
Acaso que el amor sea la verdadera definición de la existencia... No importa la distancia, no importa el tiempo, no importa el deseo, no importa casi ni las presencias de los edificios vacíos o tapiados...
Sólo importa amar... Y esa célula no se descubre en las analíticas, sino en la mirada, o en los versos.
Abrazos.
Esta foto me ha llegado muy hondo, impresiona ese sello en blanco contundente, de alguna manera las aberturas superiores gritan la historia de la casa y sus recuerdos, la belleza del poema equilibra esa presión que provoca la casa, muy buena elección Manuel, toda la entrada envuelve.
Un abrazo fuerte
Alcanzar el despojamiento...
o no tenerlo... sentirlo,
vivirlo serenamente,
disfrutando con calma,
nada es imprescindible
salvo amar
amar lo que sea...
continuar amando.
Con amor: PAQUITA
Somos contradictorios
en sentimientos.
Tal vez, en razonamientos.
La naturaleza humana
no se soporta
con facilidad.
Dignidad.
Si tapian la puerta
de la planta baja,
hay que escalar
hasta la planta alta
y procurar
penetrar
por la ventana.
Queda la chimenea,
si no hay problema
de dimensiones...
La _Farruca_ de Pedro Sierra es, realmente, un gozo
Tempero,quizás el vacío también pueda estar lleno de pensamientos, de emociones, sentimientos(nostalgia, melancolía...), un espacio no físico pero perceptible por nuestros sentidos (hasta el "vacío existencial"), por eso se puede "Amar en la casa vacía".
Incluso el vacío físico de esa casa no es tal, porque transmite una energía cuando la miramos, nos provoca o genera "vibraciones" positivas y/o negativas. Donde existió vida , algo sigue latiendo en una aparente nada. Todo tan contradictorio y paradójico como el poema de Ricardo Defarges.
Amar no siempre implica deseo, deseo no siempre implica amor, y también se puede desear aun sin la fisicidad, en ese vacío lleno de pensamientos, un todo que es una energía de una nada.
En fin, que es complejo el tema. Como la vida misma, hortelano.
A esa Farruca se ajusta uno sin esfuerzo.
Besos con vacío...
Llénelo usted de buenas cosas
Creía yo que las esencias las esparcían los verdaderos artistas. Por cierto, Carmen, ¿qué has hecho con parte de esa esencia?
Sólo es posible amar en la contradicción de los oximorón: sí, Ybris, estoy de acuerdo si, además, añado, ha aparecido una fractura con respecto a quien o a lo que amar. Fractura que puede ser grieta o ruptura. Si no, alguien o algo a lo que amas lo haces a través de la cercanía. Suele dar menos problemas la calidez y la cercanía que amar en el oximorón. Otra cosa es el amar y verterlo literariamente donde sí la contradicción reaviva.
Y no me lío más.
No pretendo hacer una citología existencial, carísimo Amando. De lo que sí estoy seguro: de existir mientras amas. Y viceversa.
Más me interesa ese axioma que dice:
'Amo, luego existo.' Vamos, eso pienso ahora.
P.D. Abrazos y gracias por el libro.
Te dejé el aceite.
Pues fíjate Inés, lo que a mí me choca -que no llega a impresionar- es la osadía del banco junto a la puerta y la ventana tapiada. Suponen certeramente que de allí nadie va a salir.
Abrazotes.
Te has escorado hacia el poema, Paquita, se nota que te has despojado de la casa.
Te remito al axioma que le dejé como respuesta a Amando, pero tú lo dices bien, nada es imprescindible salvo amar.
Por tu forma de comentar tan esquemática y tan certera se diría que lanzas siempre una plomada a la pared de la entrada.
La naturaleza humana
no se soporta
con facilidad.
Con esa plomada no te desvías ni un milímetro. Pero al menos me consuela que se soporta con dificultad. Aunque ni éso a veces. Y de ahí el rumbo que lleva.
A ver, Shandy, que oigo fisicidad, y me entra el componente corpóreo más inmediato. No creo en ese deseo dentro de la nada, aunque quizá sea mi apego al aspecto fecundo de la materia el que me hace sentir sobre las ausencias.
Bueno, vaciarse con besos es más sencillo. O más complicado, quién sabe.
"...Morada sin memoria, ¿quién te tuvo? Tiempo hambriento de ser empozado en la noche. Siembras palabras y responden ecos, ecos de ecos en la bóveda incierta de la desolación..."
José A. Valente, "No amanece el cantor"
Besos
Gran Valente, Virgi.
¿Lo acompañamos con éste?
MUERTE Y RESURRECCIÓN
No estabas tú, estaban tus despojos.
Luego y después de tanto
morir no estaba el cuerpo
de la muerte.
Morir
no tiene cuerpo.
Estaba
traslúcido el lugar
donde tu cuerpo estuvo.
La piedra había sido removida.
No estabas tú, tu cuerpo, estaba
sobrevivida al fin la transparencia.
Besos.
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