Siempre hay algo que cruje, algo que empuja, algo que precisa ser observado. La sensación de que alguien alberga algo, o de que algo siempre alberga alguna cosa.
Si te diera por detenerme, sufriría. Si me diera por detenerte, sufriría. Se convierte así el verso y la vida en un eco de sí mismos. Ella y él.
Enrique Morente, guitarra de Vicente Amigo
Tema: Aleluya, basado en el tema 'Halellujan' de Leonard Cohen
Conozco esta tierra conozco este suelo estaba tan solo antes de conocerte ahora he visto tus banderas por las puertas de mármol de la gran ciudad pero el amor no es una marcha triunfal sino un frío y solitario aleluya aleluya, aleluya aleluya, aleluya En tiempos me contabas lo que había dentro de tí hoy tu boca no habla, sabes que es cierto, recuerdo nuestros cuerpos vibrando juntos con el Espíritu Santo y cada aliento era un frío aleluya aleluya, aleluya aleluya, aleluya
Quizá haya un Dios arriba pero yo lo que aprendí del amor es a disparar a quien me amenaza pero no es un lamento lo que oyes esta noche no es la risa malvada de alguien que ha visto la luz sino un frío y solitario aleluya aleluya, aleluya aleluya, aleluya
Si te demando y acudes, si me demandas, acudo, si percibo que vines, ensancho.
Bajo mi muerte eso no ocurre, que te llame, que yo vaya, que tú acudas, bajo mi muerte ni tan siquiera escribo, se esconden todos los pergaminos que invitaron a vivir, bajo mi muerte, acudo y silbo a lo que ya no soy.
Si te demando y acudes, si te demando y acudes, ese metrónomo que espero, tan abierto al silencio, tan cerrado a la muerte.
Si me demandas, acudo. Hasta en la agonía te demando, más allá, la fuente es un recurso de los vivos, y la nieve un pleito a favor del frío. Por eso, demandar surge, urge. Me amenaza la vida con vivir y sé que tú, muerte, eres un desperdicio como otro cualquiera, por eso te reto mientras ame.
Si te demando y acudes, (y sé que ahora me oyes), si te demando y acudes, qué podrá hacer la muerte sino cavilar su espera.
Si me demandas, acudo, que sea eso un susurro estentóreo, que la vida lo alabe por el sólo hecho de concedérnoslo.
Alazán va rápido. Gira su cabeza mientras trota. Lo detine la nieve, no para. Alazán va hacia el desierto. Ama la nieve, sabe que de ella bebe. Ama su estertor, cuando ya es agua. Otro momento tendrá para servirse de ella en blanco. Alazán va rápido. Pero sus ojos tienen un instante de stop, le relincha a la montaña: Tú y la hegemonía de la nieve. Sabe Alazán ya donde saciar su sed. Camina hacia el desierto.
J.Masker, 3277 metros, al fondo, en el Anti Atlas.
Irhil M'Goun, desde un ventanal de la población de Boumalne (Marruecos).
Desde la nieve a mis ojos hay un rescate: el frío como tiempo derretido. Acomodado yo como estoy desde este ventanal donde, por unos instantes, no sospecho de la certidumbre de la muerte. Mido la nieve que fui, la paso por el tamiz de lo que ahora soy, nieve castigada por el barro ahora. Pero sobre esa que veo no añado límites, tan sólo pureza. Ella me logra, blanco impala de sangre.
Ventanales, tema del pianista Dorantes. En el minuto 2'53'' hay un relevo/fusión del piano por el violonchelo donde el escuchar se convierte en ser lamido.
Quiero regalaros estos tres trozos de la primera parte del grandísimo poema musicado por Ovidi Montllor: CORAL ROMPUT, del poeta valenciano Vicent Andres Estelles. Lo escucho siempre con una enorme emoción. Para vosotros, para ahora y para cualquier época.
Si com l'infant que sap pel carrer seu prou bé anar... Ausiàs March
Una amable, una trista, una petita pàtria, entre dues clarors, de comerços antics, de parelles lentíssimes, d'infants a la placeta, de nobles campanades i grans llits de canonge, d'una certa grogor de pianos usats, mentrestant la humitat amera l'empedrat -hi ha fulles de lletuga espargides per terra-, la conca entre les cames, el rosari en família, la corda de l'escala -el carrer de la Mar, el carrer del Miracle- i la filla major brodant inicials conjugals al coixí, l'avi de cos present entre quatre brandons, els corcons de la taula. Una lenta tristesa, un amor, unes llàgrimes, una pobra nostàlgia.
He tornat. Feia temps que no havia tornat. Les rajoletes blanques, una olor de pinassa. Entre dues clarors recórrec uns carrers. Sé que t'he de trobar avui, demà -no sé. Tampoc no ho vull saber. No voldria saber-ho. Sentiria aleshores una tristesa horrible. T'he despullat de tot allò que m'agradava. De tot allò només et queda l'alegria. Jo només busque en tu l'alegria de viure. Només aquella joia. Només, només, només!
Ara que només tinc ganes d'estar alegre, ara que aquest desig és l'únic que em sosté mentre vaig, vinc i torne i calle i no dic res. Recórrec uns carrers, entre dues clarors, i sent el veïnat ocult de l'alegria i en girar un cantó crec que em vaig a morir. Senyals, només, de tu. Les parelles lentíssimes, esperances encara. Jo sé que t'he de veure. Em resistesc a creure que tot ho he perdut ja, que he perdut el meu dret, vull dir, a l'alegria, que he perdut el meu dret, vull dir, a tu, a la teua companyia, a la teua alegria de viure. Ho he perdut tot, però no t'he perdut encara. Encara vius, oh tu. Encara vius -i et sé. Pel dia fou mercat. Només hi ha olor de peix, una humitat, per terra, bruta i apegalosa. Era alegre estimar-se. Afirmativament anàvem pels carrers, entre éssers i coses. La vida era un carrer amb camions i nuvis i xiquets i llençols estesos als balcons, i per damunt de tot un enrenou de ferros i de xiulits de trens que anaven i venien. Hi havia el home aquell que venia diaris, i la xica, de blanc, assetjada per tots. Hi havia el Monestir de Santa Clara en l'aire del crepuscle tranquil, com el llum de les cases i un cansament dolcíssim i una secreta pena.
A golpe de labios subo a este bosque, bosque atrincherado ya que el viento no cede y se reinventa, cedro vertical y muerto, sabinas retomando la vida, en constante insomnio. No cedí hasta entrados en mi boca todos los preceptos de la vida: el latir arrítmico de esta ladera, el débil mensaje del agua, misterios, en fin, bajo los que nosotros apenas tendríamos que hacer y que ellas, las sabinas, saben abastecerse. Siempre, a golpe de labios.
en esta mañana no excesivamente fría era un esbozo en un charco tan débil que quebrarlo dependía sólo de meter la mano y lo hice por memorizar la temperatura a partir de la cual uno empieza a ser palpado por el miedo.
Te remito al sol por ser él quien da la dentellada cuando el frío.
Esta soleá me gusta por la letras de sus tercios pero, sobre todo po la ejecución soberbia de Perico el del Lunar y, sobre todo, sobre todo, por el silencio minúsculo entre el 1'48" y el 1'49".
Vendrán por lo olivares a traicionarte los sueños que tú por ellos soñaste.
Dime cómo puede ser una tierra tan hermosa sea a la par cruel.
No confíes demasiado, el toro negro andaluz derrota por los dos lados.
Me debo en forma de ser al musgo, a las hojas, a los frutos permanentes, tanto me debo que me diría que ecosistema y palabras son mis más ceñidos versos.
Donde lo verde es experto en humedad, ahí me quiero, me revelo en ese entusiasmo.
Morente, tuviste casa flamenca, oídos de albaicín, ojos de alhambra y un encuentro pleno hacia el arte nada arriesgado. Ahora te disfrutamos desde tu balcón.
Introducción de su disco ALEGRO, SOLEÁ Y FANTASÍA DEL CANTE JONDO
Desde mi balcón flotante
fui colgando tus besos
y ahora todas las noches
repican con el viento.
Corazón mío no llores
ni tengas penas
que si tu pasas fatigas
otros arrastran cadenas.
Que me he salido a asomar,
ya no me arrimo a las rejas
que me solía asomar
que me arrimo a la ventana
que cae a la soledad.
Deseando una cosa parece un mundo
luego que se consigue tan sólo es humo.
Tan sólo es humo niña, que parece un mundo.
Que soy piedra y puede ser
olvídame, pero advierte,
que soy piedra y puede ser
que algún día en mí tropieces
y en mí vuelvas a caer.
El sarmiento en la lumbre
y el que se enamora.
El sarmiento en la lumbre
y el que se enamora
por un lado se enciende
por otro llora.
La iglesia se ilumina cuando tu entras.
Y se llena de flores y se llena de flores
donde te sientas.
De bronce, compañera no más golpes,
mira que no soy de bronce,
mira que una piedra se quebranta
a fuerza de muchos golpes.
Bajo sus pies, bajo sus pies
florecía la mañana.
Y su cabello tenía la cara
de una intacta.
Al andar de la paloma
al andar tu te cimbreas
al andar tu me pareces
un ramo de flores que se balancea.
Tú me pareces un ramo de flores
que se balancea.
El ibas sólo tambaleándose
borracho de amor
borracho de hambre
borracho quién sabe.
Poema de Pedro Garfias musicado por Enrique Morente.
Sombra y tierra, en vuestra forma de quedaros quietas, de rotar, de ser la escuadra del sol, de yo comparar la mía con lo escaso que mido. Una buena forma de entrenarnos, la sombra, andar hacia delante y nunca alcanzarla, volverte y perseguirte ella, sombra, ese minutero telúrico que nada me espanta, sombra, para saber del sol, certeza de luz, cómo adulterar una sombra, me pregunto, cómo diagnosticar el punto rebelde del viento, sombra, ese extremo único por el que cruzar el sol.
Escuchen bien lo que dice Tomasito a ritmo de hip-hop.
Voy caminando, voy despacito porque no tengo prisa, voy caminando, mi sombra delante y yo detrás.
Salgo. El cárabo me ducha y paro, a escucharlo, él desnudo, empezando la noche, yo vestido, acabando el día, y paro, y decido, echar mi ropa por la borda, dejar mis achaques de ciudad y pegarme a la frontera del árbol donde el cárabo se desvive en la noche.
El instante en que te miro, tu respiración, todo luz, vuelo, alas contenidas, vuélame, yo quieto, el instante en que me miras, no avances, me dices, porque vuelo, rienda suelta, garras no sujetas, te vuelo.
Garras Dos Sentidos (MISIA) Agustina Bessa-Luis – Popular
Não quero cantar amores, Amores são passos perdidos. São frios raios solares, Verdes garras dos sentidos. São cavalos corredores Com asas de ferro e chumbo, Caídos nas águas fundas. Não quero cantar amores. Paraísos proibidos, Contentamentos injustos, Feliz adversidade, Amores são passos perdidos. São demência dos olhares, Alegre festa de pranto. São furor obediente, São frios raios solares. Da má sorte defendidos Os homens de bom juízo Têm nas mãos prodigiosas Verdes garras dos sentidos. Não quero cantar amores Nem falar dos seus motivos.
Ayer, (te voy a llamar ahora amor, me apetece), decía que ayer, amor, estuve delante de un hueco un hueco que me pedía hablarte, un hueco de ida y vuelta, transparente, lleno de aire, un hueco para tenernos, puse mi voz por los dos lados, mientras te hablaba por el mío, tú, improvisándote yo, me decías que se logra lo que nos duerme, y yo, rápidamente, con la escucha tuya, amor, ya patentándome el oído de gozo, te decía lo furtiva que puede ser una cama, y tú, siendo yo, sintiéndote violín desordenado, fijabas la voz de nuevo en mi oído, paseándome, y yo, sobre ti, aclamando tu entrada, insistiendo en el sueño, la palabra, la palabra, te decía, y tú, que en ti estaba, el silencio, el silencio, andarnos por encima, y yo te hice caso, ya entendías el lenguaje de mis manos, y tú, como si yo me acariciase, me trenzaste un grito, y yo lo renové, renové ese grito, como punto de partida, y tú, como si fueras yo, me dormiste yéndote.
Siempre es la lluvia a la intemperie, iniciarme así un poema, en verso sereno, y guarecerme quizá en tu paladar, si me hago agua y acompaño a la tierra, si te haces agua espero a los brotes, sabes de sobra que la semilla no se obceca, que a la humedad se ciñe y al sol se halla, sé que al sol rompe su gen de espera, sabes que al calor toda ella se desata, hablamos de germen e igual podríamos hablar de magma, agua vivida toda afuera, intemperie, magma, agua hundida toda adentro, al llover sé que tengo una cita contigo, y te aviso, me avisas, y regamos de ojos el campo, desde nuestra ventana veo llover, veo llover y te miro, calladamente acordamos una palabra, sustento, sustento.
Se imaginó ese caballo negro. Dejó de imaginar porque hacia ella venía. Veloz, encogiendo el aire. Caballo loco, cielo en huracán venido al suelo. Hacia ella no uno sino un delta de caballos. Hacia ella, hacia el mar. La sangre que vierte su ola en las manos. El desbocado olor del tomillo, la estepa, la delicada y fuerte calidad del trote. ¿Qué podía aventajarla ya?
Imagínate una pradera yerma, un frío intenso, un ligero viento, un sol que se permite a tu cara. Imagínate una silueta muy al fondo atrapada por la poca hierba, imagínate el péndulo de su larga crin. Imagínatelo de negro, su perfil de dentro lleno de sangre. Imagina que viene hacia ti, entero, con su luz puesta en tus ojos. Imaginemos que el calor no se doma y que el frío entra en combate.
Esta mañana, mientras corría por el campo me definía el Haikú:
El crecimiento unitario como poema.
Pasan las nubes, una coreografía celeste y viva.
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Muerte, te hablo de tú a tú.
(Miguel Ángel Curiel)
Escalera
Nos haces ya un descenso, escalera, todo en tiempo y en pulso para tú sobrevivir y nosotros irnos.
Eu Canto (Carlos do Carmo) Composição: Poetisa Cecília Meirelles
Eu canto Porque o instante existe E a minha vida está completa Não sou alegre nem sou triste Sou poeta Irmão das coisas fugidias Não sinto gozo nem tormento Atravesso noites e dias No vento Se desmorono ou se edifico Se permaneço ou me desfaço Não sei se fico Ou passo Eu sei que canto e a canção é tudo Tem sangue eterno a asa ritimada E um dia eu sei que estarei mudo Mais nada