La lengua ultima la tempestad del árbol.
Ya no le cabe más sangre.
Ganymed, poema escrito por Goethe y musicado por Schubert. En esta ocasión lo interpreta Ian Bostridge.
Siempre hay algo que cruje, algo que empuja, algo que precisa ser observado. La sensación de que alguien alberga algo, o de que algo siempre alberga alguna cosa.
8 comentarios:
Llena la vida
no nace más que para multiplicarse,
y cabe en cada minúscula nave del espacio de otra.
Besucos,
Není
Espero que me des alguna, ¿eh?
GANYMED
Wie im Morgenglanze
Du rings mich anglühst,
Frühling, Geliebter!
Mit tausendfacher Liebeswonne
Sich an mein Herz drängt
Deiner ewigen Wärme
Heilig Gefühl,
Unendliche Schöne!
Daß ich dich fassen möcht'
In diesen Arm!
Ach, an deinem Busen
Lieg' ich und schmachte,
Und deine Blumen, dein Gras
Drängen sich an mein Herz.
Du kühlst den brennenden
Durst meines Busens,
Lieblicher Morgenwind!
Ruft drein die Nachtigall
Liebend mach mir aus dem Nebeltal.
Ich komm', ich komme!
Wohin? Ach, wohin?
Hinauf! strebt´s, Hinauf!
Es schweben die Wolken
Abwärts, die Wolken
Neigen sich der sehnenden Liebe.
Mir! Mir!
In eurem Schosse
Aufwärts!
Umfangend umfangen!
Aufwärts an deinen Busen,
Alliebender Vater!
¡Quién pudiera abrazarte
Entre estos brazos!
¡Ay!, junto a tu pecho
Desfallezco y muero,
Y tus flores, tu hierba
A mi corazón se aprietan.
Tú refrescas la sed
Ardiente de mi pecho,
¡Dulce brisa matutina!
Me llega el dulce canto del ruiseñor
Desde las brumas del valle.
¡Ya voy, ya voy!
¿Adónde?, ay, ¿Adónde?
¡Arriba!, vamos, ¡Arriba!
Las nubes vuelan
Hacia abajo, las nubes
Se inclinan hacia el amor anhelante.
¡A mí! ¡A mí!
En vuestro seno,
¡Arriba!
¡Abrazando, abrazado!
¡Arriba, hacia tu pecho
Padre amante de todas las cosas!
Miro esta foto y no puedo dejar de recordar las palabras de Vilém Fusser estampadas en el maravilloso libro de fotógrafo alemán Karl Blossfeldt:
En la "Naturaleza"...la nuevas informaciones genéticas nacen por error, debido a una trasmisión incorrecta de la información de una base a otra. La gran mayoría de tales informaciones es un absurdo sin importancia; sólo una ínfima parte de estas mutaciones engendra nuevas especies y es responsable de la evolución biológica. Esto quiere decir que la "Naturaleza" ( sea esto lo que fuere) es increíblemente necia, y lo que nosotros tanto admiramos en las plantas es precisamente esta extraordinaria necedad.
Cuánta necedad hay en estas cerezas!
Para que año a año muten su esplendor y nos pasmen.
continúo tirando del hilo, ése que sostiene el papel de estraza, ése que recoge las cerezas, ésas que tú recogiste y que invitan insolentes desde su belleza
ahora son hilo que sostienen la invitación para mirar-leer a Blossfeldt, vivir con Goethe, revivir con Schubert y respirar con Bostridge
y con esta exclamación de Inés ¡cuánta necedad hay en estas cerezas!
sigo con la urdimbre de la mano del poeta Rafael Cadenas
As if
Es como si amáramos. Es como si sintiésemos. Es como si viviéramos.
Esto fatiga. Hasta se ansía un error. Puede que al equivocarse,
los actores rocen la verdad.
La vida a veces sabe más allá de sumar y multiplicar. Dividir. El problema es que divide mal y reparte más a los que tienen. Por suerte estas cerezas son vida regalada de mi huerta de un cerezo astronómico que ni toco. Dulzor y acidez perfectamente combinados. Si vinieras por el Foro te daría a probar. Pero ten en cuenta de su efímera vida.
Besucos, Není.
Sofía, gracias por tu aportación. A mí me gusta saber lo que se canta. Lo que me evoque luego ya es otro cantar.
Respecto a lo de darte alguna, ya sabes, sólo tienes que venir a casa y abrir la nevera. Pero repito, son efímeras.
Un beso.
Inés: una forma de decirnos que la necedad y el azar van cogidos de la mano. Si la necedad se sustenta en la belleza, bienvenidos los necios.
Espero que llegues a tiempo: solo hay un árbol y unos cuantos quilillos.
Con ese Karl Blossfeldt tengo yo que hablar más a menudo. Últimamente mi relación con el alemán va más allá de lo que nos arremete la conservadora y estrujante diosa Merkel.
Te beso.
Insolentes: Carmen, que carabina verbal tienes más certera. Sí, son insolentes. Y mucho.
De Rafael Cadenas (gracias por descubrírmelo) estoy leyendo algo.
Mira, este poema de su libro AMANTE, me gusta mucho:
SÓLO porque ella
lo nutre
con su boca
él insiste
en transcribir
-recordando y olvidando sus letras-
sigilos.
De aquí a Córdoba las cerezas no llegan, pero imagínate cómo saben: ácidas y dulces, al cincuenta por ciento.
Besitos.
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