viernes, 24 de julio de 2009

Ceniza



De muchas clases los fuegos. El de la canción se refiere a otro. Una bella soleá.
Pero otro es el triste:


Entrando de lleno en la ceniza
cala en ancho su resultado.
¡Ved el velo de la tierra!
¡Ved que tiene la palabra negra,
totalmente esparcida!
¡Ved, ved que tiene el aire
limitado por el luto!
¡Ved un corazón enmarcado
de adioses y largas esperas!
Veo esa tierra quemada,
me restriego los ojos
con mis pezuñas de llorar.




4 comentarios:

Tinta de aterrizaje dijo...

Gracias por tu visita.

Una también prefiere estar llena de pezuñas, ir de animal y llorar por tantos incendios que nos atraviesan y que siempre, siempre, nos dejan huérfanos.

Inés González dijo...

La ceniza es esa cosa -la ceniza es una cosa- que queda después que una materia ha sido quemada, la ceniza de un cigarro, la ceniza de un puro, la ceniza de un cuerpo humano, la ceniza de una ciudad incendiada.
Pero a partir del momento en el que este concepto de ceniza se convierte en la figura de todo aquello que justamente pierde su figura en la incineración y, por tanto, es una cierta desaparición del soporte o del cuerpo del que la ceniza guarda la memoria, en ese momento, la ceniza ya no es un concepto determinado. Es un tropo que viene en lugar de todo lo que desaparece sin dejar huella identificable. ( Derridá)
He trabajado muchas veces este concepto no determinado, la fascinación por las cenizas, esos restos frágiles y volátiles, la huella no identificable como en tu hermosa fotografía. En el fondo el fantasma siempre es el mismo...
La soleá bellísima!
Un gran abrazo

Shandy dijo...

Las ceniza como materia es lo que dice Inés "la huella no identificable". Pero también es la huella de lo que ya se consumió: un bosque, un cuerpo, un amor... Una metáfora triste y gris de lo que ya no existe.
Alguien dijo que "a la ceniza se la sopla".
La soleá bella, aunque también triste.
Un bico

virgi dijo...

Ceniza: el polvo más gris al que puede quedar reducida la vida.
Y el momento anterior, una brasa que se agita, fluye, se ahoga, retorna con fuerza...tal vez seamos brasas antes de las cenizas...
¡uy! me he puesto muy fatalista...entre las cenizas y la soleá...
Un abrazo